Al igual que ocurre con los vehículos, la tecnología asociada a los radares evoluciona. Aparecen en el mercado mejores cinemómetros, más compactos, con márgenes de error más reducidos o más complicados de detectar a simple vista.
Es el caso de TRUCAM II, la segunda generación del conocido radar. Este aparato ha sido desvelado en España en la Trafic 2019 (Salón Internacional de la movilidad segura y sostenible). El radar portátil optimiza sus características y no es de descartar que pronto esté al servicio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tal y como le ocurrió a su antecesor.
TruCAM II y la nueva hornada de radares
La inversión actual que se dedica a los radares no solo se encuentra encaminada a aumentar su número, sino a utilizar tecnologías más eficaces en la detección de la infracciones de velocidad. Buen ejemplo de ello lo tenemos con los drones, en los que la DGT deposita cada año más confianza.
TruCAM II sigue esta misma línea al ostentar una distancia máxima de medición de entre 1.200 y 1.500 metros. Aunque es cierto que obtiene las mejores lecturas, como una matrícula, a 150 metros. Puede inmortalizar excesos de velocidad que lleguen hasta los 320 km/h con un escaso margen de error de 2 km/h.
Contar con este tipo de radares ayudaría a la DGT a minimizar situaciones como la vivida con la Justicia y los límites del error establecidos para los cinemómetros. Como otros radares, el TruCAM II se basa en un sistema láser.
No solo caza el exceso de velocidad
Aparte de las prestaciones del aparato destinadas a la denuncia de traspasar los límites legales de velocidad, el TruCAM II permite a los agentes denunciar otro tipo de infracciones. Según apunta el fabricante, su tecnología registra con detalles la conducción agresiva, las distracciones a bordo, la no utilización del cinturón de seguridad o el hecho de circular por carriles prohibidos.
Dado su reducido tamaño y peso (su masa ronda los 1,6 kilogramos), su reconocimiento se antoja bastante complicado. Ha sido diseñado para que los agentes puedan utilizarlo en diferentes circunstancias, desde el vehículo o incluso portándolo de pie.
Detectables en comunidad

El TruCAM II sigue la estela de su antecesor directo. La primera versión ya se utiliza en las calles y carreteras de Granada, y las dimensiones son similares. Esto hace difícil localizarlo a simple vista.
Es algo similar a lo que ocurre con los radares Velolaser utilizados por la Guardia Civil. Aunque no son indetectables, sus medidas han contribuido a extender la leyenda de una localización imprevisible.
Sin embargo, si contamos con un navegador Coyote es posible dar aviso a la comunidad ante la presencia inminente de esta clase de controles de velocidad. Con esta funcionalidad los usuarios se encargan de confirmar la alerta creada ante la presencia de un radar móvil, por ejemplo.
Pertenecer a la Comunidad Coyote nos sirve no solo para ahorrarnos multas inevitables de cualquier otro modo, sino también para aumentar la comodidad y seguridad de nuestra conducción.
Radares de última generación
Veremos qué tipo de decisiones toman las autoridades durante los próximos meses. Si bien todo parece indicar que el actual equipo de la DGT apuesta de forma férrea por radares y métodos nuevos.
Así, hemos visto radares en cascada o camuflados en camiones y furgonetas. No sería de extrañar que más tarde o más temprano los TruCAM II llegasen a las calles o se importará de Francia la última generación de radares torreta.
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Imágenes | iStock/ricardvaque, iStock/PPratVídeo | TradeSegur