Coincidiendo con la Semana Santa de 2018 la Dirección General de Tráfico ha invertido en equipamiento de seguridad. El pasado 23 de abril desplegó 1000 etilómetros, 694 lectores de drogas portátiles, 291 motocicletas como la de la imagen de arriba, y 60 cinemómetros láser portátiles llamados Velolaser.
Ha sido un total de 13,7 millones de euros en inversión. Poco, teniendo en cuenta que en 2017 solo los radares fijos recaudaron 94,5 millones de euros. Los Velolaser son tecnología miniaturizada de última generación y dejan muy atrás el Multaradar C del que hablábamos hace poco.
¿Qué tiene este radar que llame tanto la atención?
¿Un radar con el tamaño de una cabeza? Podría colocarse en cualquier lugar. En las imágenes de abajo podemos ver tres fotografías realizadas por la Guardia Civil. Vemos un trípode no mayor al de una cámara de fotos y un dispositivo que se coge con la mano. Nada que ver con los grandes radares dentro de cajas.
Esta nueva generación de radares no necesita de un gran soporte o un vehículo en el que instalarlos. Pueden ir cogidos al guardarrail, ocupando un espacio mínimo. O colocados sobre trípodes que se despliegan en cuestión de minutos. El Velolaser representa la siguiente iteración de radares móviles.
Así funciona el Velolaser
Miden pocos centímetros de altura, pero el mecanismo es el mismo que cualquier otro cinemómetro. Los radares fijos y móviles funcionan con ellos. Un haz láser es emitido desde el Velolaser (de las palabras velocidad y láser), y llega al vehículo.
Cuando lo hace, el pulso de luz de 33 MHz y 904 nm de longitud de onda se refleja y vuelve al cinemómetro. Sabiendo lo que tarda entre varios pulsos y su velocidad de ida y vuelta, se calcula la velocidad del vehículo. En el caso de los Velolaser no es necesario ningún cable, ya que se conecta inalámbricamente con una tablet cercana.
Unos kilómetros más adelante del lugar donde nos toman la foto la Guardia Civil nos da el alto. Será allí cuando nos informen de la cantidad de la multa y de los puntos que hemos perdido por correr. Estos dependerán de nuestra velocidad y la máxima de la vía. También podrán hacernos un test de drogas.
La polémica del Velolaser
Apenas lleva unas semanas en el aire y el Velolaser ya es famoso por la polémica. La Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas denunció en marzo que el soporte no había pasado los controles se sujección en el guardarrail. Y que por tanto se podía caer ante impactos.
La propia Asociación Española de Guardias Civiles declara abiertamente que no se tenía del certificado del Centro Español de Metrología. Y en la misma nota de prensa mencionan que “El 70% de las unidades no posee aún uno de los 60 Velolaser 1.0 comprados por la DGT”.
Pero que a fecha de redacción de este artículo todavía no estén operativos no significa que vayan a desaparecer. El Velolaser ha dado un patinazo, sí. Pero antes o después llegará a las autopistas. Días, semanas o un par de meses, y entonces empezará a multar.
¿Son indetectables los nuevos radares de Tráfico?
Los Velolaser no son indetectables. Al menos no como “El indetectable” Multarradar antes mencionado. Lo que ocurre con ellos es que son muy pequeños y es fácil esconderlos. Se ven menos, y de ahí que haya cundido el bulo de que no pueden verse. Pero, como todo radar, es un elemento físico.
Los veremos cuando pasamos a su lado porque además van acompañados de motos como las que vemos arriba. Y de Guardias Civiles, que no destacan precisamente por su camuflaje. Protegidos pasivamente mediante elementos reflectantes, la idea es que incluso de noche sean visibles desde el coche.
Esto significa que podemos hacer uso de nuestro navegador Coyote para dar el aviso a la comunidad. “¡Cuidado, radar móvil!”, diremos dando la alerta, porque son radares móviles muy pequeños. Estos radares pueden montarse y desmontarse rápidamente, y eso hace que los conductores tengamos que estar más atentos. O que el número de avisos para cada dispositivo móvil sea menor, y en lugar de 40 alertas recibamos 20 por cada control.
Sin embargo, los Velolaser son perfectamente visibles y se pueden dar avisos sobre ellos. De hecho, hace unos días se hizo pública la ubicación de 22 de estos radares. Habían sido colocados para probarlos, y se veían tanto que los conductores daban los avisos todo el tiempo.
Gracias a dispositivos como Coyote, que puedes instalar gratis en tu smartphone durante 15 días, podrás recibir notificaciones con la ubicación de los Velolaser. Y darlas para ayudar a otros conductores.
En MyCoyote | Debido a los buenos resultados, en 2018 seguirán instalándose más radares
Imágenes | DGT, Guardia Civil