El carné por puntos es el mismo para particulares y profesionales. Mientras que este documento ofrece libertad de movimiento a los primeros, son muchos (camioneros y taxistas, entre otros) los que se ganan la vida gracias a él. ¿Tiene sentido, pues, que los puntos se pierdan en la misma cantidad? Es cierto que la peripecia es igual de grave o peligrosa, pero muchos siguen reclamando más puntos para quienes tienen en la conducción su medio de vida, puesto que perderlos puede suponer un drama.
¿Hay más puntos que antes o menos? ¿Conducimos peor?
Cada vez que se habla del carné por puntos, se formulan las mismas preguntas: ¿Conducimos mejor gracias a él? ¿Qué ocurre cuando los perdemos? ¿Qué supone para el conductor? Los primeros años del carné por puntos hicieron perder muchos millones a los conductores, aunque cada año (con más conductores) se pierden menos puntos. En total se han perdido 35,5 millones de puntos en infracciones pero, por contra, se han ganado más de 100 millones por parte de aquellos conductores que nunca perdieron ninguno.
Y eso incluye a los profesionales de la conducción. Que gran parte de ellos hayan perdido puntos no significa que quien se dedica a conducir sea un cabeza loca. De hecho, todo lo contrario. La mayoría conduce hoy mejor que entonces, y ha seguido sumando puntos en lugar de perderlos.
En 2012, cuando el carné por puntos hacía seis años, Julio Gutiérrez, conductor de autobuses de la EMT y antiguo taxista, confirmaba que trabajar 36 horas semanales conduciendo no era motivo para perder puntos. Eso sí, subrayaba el malestar del sector al partir del mismo número de ellos en el carné, y recalcaba que eso les obligaba a conducir mejor que los particulares si no querían perder el carné.
¿Qué piensan los conductores que los han perdido?
El carné por puntos trae opiniones contrastadas, aunque el 70% de la ciudadanía lo ve como algo coherente. Una medida buena o muy buena, según el CIS, tras diez años de implantación. Lógico, si se tiene en cuenta que el 75% de los conductores nunca han perdido ningún punto.
Incluso un 40% de los conductores admitieron en la misma encuesta que conocer qué restaba puntos cambió sus hábitos en la conducción, lo que puede explicar la reducción del número de fallecidos en carretera.
Generalmente, en contra del carné por puntos están aquellos que perdieron todos en muy poco tiempo. Los que, tras años de conducir bien, pasaron de 12 puntos a 0 en cuestión de meses por causas diversas. Que podrían haberse evitado una a una, pero que parte de los conductores consideraron injustos.
Por ejemplo, en esta entrevista, Patricia Ortega (periodista de El País) cuenta cómo una vez le retiraron cuatro puntos por no detenerse tres segundos en un STOP. Y cómo el agente no tenía cronómetro. Tras dos sucesos debidos al despiste como este, recibió la notificación de que se había quedado a cero puntos.
Tras la retirada del carné, una de las quejas mayoritarias es la imposibilidad de conducir durante seis meses.
Protestar para tratar de cambiar un sistema es legítimo. Pero, frente a las quejas por parte de aquellos que no dejan de perder puntos, están las opiniones apuntaladas de aquellos que pueden demostrar que nunca perdieron ninguno. Las estadísticas demuestran que perder puntos no es algo fácil o frecuente.
Para perder puntos hay que cometer infracciones, y para perderlos todos has de convertirte en un infractor recurrente.
¿Cuánta gente ha perdido puntos?
Las estadísticas nos dicen que muy pocas personas han perdido puntos de manera significativa. Es decir, que perdidos de dos a cuatro puntos suceden dos hechos: o bien el conductor se conciencia y empieza a conducir de un modo más coherente; o bien se realizan cursos de recuperación de puntos.

Los datos se mantienen más o menos estables todos los años. De cada cuatro conductores, tres de ellos no han perdido nunca un punto. Y entre los que sí, un 66% tuvieron solo una sanción y un 33% tuvieron más de una. Solo un pequeño porcentaje, aproximadamente un 1% del total de conductores perdió su carné.
El problema lo tienen aquellos que usan el carné de conducir para ganarse la vida. Si uno conduce entre dos y 10 veces más que un conductor que use su turismo para desplazarse, es lógico que tenga más posibilidades de perder el mismo número de puntos.
Aunque no hay estadísticas directas, sí se sabe que una parte importante de los 214.150 conductores que han perdido el carné son o han sido profesionales de la conducción, lo que explica que gran parte de ellos sean varones en edad de trabajar. Perdieron sus puntos precisamente así, trabajando.
Pero ahí entra la profesionalidad de los conductores que se dedican a explotar lo bien que lo hacen. Bien en este caso también implica la conservación de los puntos. No porque te paguen por ello, ni porque estés sacando beneficio económico de la actividad (aunque también), sino porque llevas en la parte de atrás a una persona que depende de ti para seguir indemne y llegar a su destino.
¿Cuáles son las infracciones más sancionadoras?
En general, el exceso de velocidad es la infracción más común. Desde 2012 oscila entre el 47 y 48% del total. Es decir, la mitad de las sanciones, aunque no la mitad de los puntos (porque dependen de la velocidad). Y lo mismo ocurre con la sanción económica. Frente a estos costes, nos conviene invertir en un avisador de radares.

Tras esto tenemos la falta de uso del cinturón de seguridad (11%), a la que la DGT suma también los fallos en los sistemas de retención infantil. Por ejemplo, que estén mal sujetos o que no existan. La multa a abonar será de 200 euros y perderemos 3 puntos.
Aunque parezca mentira, el 10% de las infracciones son debido al uso del teléfono durante la conducción. Y no hablamos del manos libres, sino de comportamientos tan temerarios como enviar correos, responder al WhatsApp o mandar tweets. Perderemos 3 puntos y 200 euros.
Cerca de un 9% de las infracciones es debido al uso de alcohol y otras drogas durante la conducción, penalizado con entre 4 y 6 puntos y entre 500 y 1.000 euros.
¿Es útil el sistema de puntos? ¿De qué ha servido?
Hay muy pocas gráficas y datos que aporten información tan valiosa como el que presentó la DGT en 2016 cuando habla del carné por puntos.
Nada más aplicar el permiso por puntos, el número de fallecidos en carreteras se redujo en 500 muertes en menos de un año. Y de 4.500 fallecimientos hemos pasado en diez años a 1.700. Merece la pena pararse a pensar unos segundos en cuántas familias han evitado una tragedia de una importancia vital. De las que dejan secuelas más allá de las estadísticas.

Además de todas esas personas que hoy día puede disfrutar de sus seres queridos, se han beneficiado tres de cada cuatro conductores que nunca perdieron un punto.
En cierta medida, el sistema de puntos se ha convertido en un índice de confianza del conductor, y algunas compañías de seguros han optado por reducciones en el precio de aquellos que cumplen las normas. ¿Por qué iba a pagar lo mismo de seguro alguien que pierde puntos cada año que alguien que conserve todos?
Sin embargo, desde los sectores de la conducción como profesión, sigue abierto el debate de cómo de justo o injusto es que tanto particulares como profesionales partan de un carné de 8, 12 o 15 puntos. Mientras se resuelve (si es que se resuelve) lo mejor será extremar las precauciones al volante y hacer uso de las herramientas a nuestra disposición.
¿Cómo se recuperan los puntos del carné?
Hay varios modos de recuperar puntos, que dependen de cuántos puntos tengamos, cómo los hayamos perdido o la prisa que tengamos por recuperarlos.
La opción más económica es no cometer infracciones durante un tiempo. Pasados dos o tres años, en función de si se ha cometido una infracción grave, recuperaremos la totalidad inicial de los puntos. Hasta 15 puntos.
Si hemos perdido unos pocos puntos, pero no el carné, existe un curso llamado de sensibilización para aquellos conductores que quieran recuperar hasta un máximo de seis puntos. Tiene un coste de 210,19 euros y 12 horas de duración, y solo puede realizarse cada dos años.
Ahora bien, ¿y si hemos perdido el carné? Tendremos que superar el siguiente proceso:
-Asistir a un curso de sensibilización y reeducación vial de 24 horas de duración, a realizar durante los seis meses de pérdida del carné (tres, si somos profesionales de la conducción), abonando 395,68 euros.
-Superar un examen teórico. Tras su aprobación, obtendremos un permiso de conducir con ocho puntos.
-Si se suspende este examen (que no es el mismo que realizamos para sacarnos el carné, sino uno orientado a la seguridad vial), podemos asistir a otros dos abonando 123,64 euros en cada convocatoria.
-Si aún así no aprobamos, se vuelve al punto número 1.
Perder el carné de conducir supone un drama no solo por la pérdida en movilidad que supone, sino debido al importe económico a desembolsar y a la pérdida económica por no ejercer la profesión. Mejorar como conductor para evitar puntos, y ganar seguridad haciendo uso de herramientas específicas pueden ahorrarnos más de un disgusto.
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