Hace tiempo que la DGT se dirige no solo a los adultos que conducimos y ocupamos la vía, sino también a un público infantil que, obviamente, todavía no conduce y al que le quedan unos cuantos años para examinarse del carné por puntos.
Algunos conductores se preguntan el por qué de estas campañas que, después de todo, tienen un coste público. La educación vial es tan importante a edades tempranas como lo es cuando conducimos, y no tiene que ver exclusivamente con la movilidad a motor. Explicamos por qué es tan importante.
Los peatones necesitan nociones básicas de educación vial
Incluso aunque seamos adultos que nunca llegamos a sacarnos el carné (en este blog habrá pocos pero todos conocemos algún caso), necesitamos unas nociones básicas de educación vial para poder desenvolvernos en nuestra ciudad.
Por ejemplo, es necesario saber por dónde podemos cruzar una calle, qué es una acera y qué es una calzada, el camino correcto para ir a la escuela o a nuestro lugar de trabajo sin molestar al resto de ciudadanos y conductores, o cómo hay que anclar la sillita del bebé al asiento, entre muchos otros que no tienen que ver directamente con la conducción pero que influyen de alguna manera. Otro ejemplo: todos los acompañantes del vehículo, tengan la edad que tengan, tienen que saber qué pueden hacer en un vehículo y qué no pueden hacer y viene acompañado de multa.
Es por estos motivos que la DGT tiene en su página web distintos programas de educación vial, un espacio específico para los más pequeños, e incluso un portal web llamado Aprende Educación Vial desde el que poder descargar material educativo orientado al aula.
Los niños de hoy son los conductores de mañana
No podemos dejar de lado que la mayoría de jóvenes, cuando alcanzan los 18-20 años, se sacan el carné de conducir. El permiso por puntos es una herramienta más, y una habilidad que sumar a nuestro currículum. La educación vial a edades tempranas les ayuda a llegar al examen con cierto bagaje y conocimientos interiorizados.
Este examen ha ido cambiando a lo largo de los años. Antes era en papel con preguntas abiertas, luego fue tipo test. Ahora es tipo test electrónico, y la DGT informó hace poco que pretenden reformar los exámenes teóricos para que el alumno evalúe vídeos e informe de qué se hace bien o mal en ellos, algo más cercano a la conducción y no tan teórico.
Teniendo en cuenta que nos dirigimos hacia una movilidad como servicio de tipo carsharing y que en unas décadas podríamos encontrarnos con una amplia movilidad autónoma; tiene más sentido que nunca enseñar educación vial desde que somos muy pequeños.
Conceptos que ahora son tangenciales como el método PAS, los entresijos de la mecánica de los vehículos eléctricos, la movilidad urbana o cómo programar el GPS tendrán más importancia de ahora en adelante.
Los más pequeños de la casa nos ayudan a conducir mejor
No podemos dejar de lado que, en muchos hogares, los más pequeños son nuestro vínculo con información nueva. Después de todo, hace muchos años que nos sacamos el carné y dejamos de aprender activamente sobre educación vial, y los pequeños de la casa pueden ser un gran refuerzo.
Esto lo vemos en otros temas de actualidad que incluyen valores más acordes a nuestro siglo como la importancia del reciclaje o cómo repartir de manera equitativa las tareas del hogar. Cuando los niños reciben esta información en el aula, se apresuran a informarnos de ella, y con esto aprendemos.
Por ejemplo, es frecuente que los más pequeños nos “regañen” o se enfurruñen si arrancamos el coche sin ponernos el cinturón o sin anclarles a la sillita, o si detectan que no señalizamos la maniobra con las luces laterales.
«Hay que dar el intermitente»
«Hay que ponerse el cinturón»
Gracias a que a los niños se les enseña educación vial desde pequeños, han crecido en un entorno en el que cumplir las normas básicas es lo normal. Lo tienen inculcado en su “ADN de ciudadano” del mismo modo que generaciones anteriores aprendieron otras habilidades.
Para este nuevo relevo generacional resulta raro que alguien se ponga a conducir habiendo bebido, que no sepa manejar el GPS o que no colabore con el resto de usuarios de la vía; ya que para ellos trabajar en equipo es lo normal.
En MyCoyote | ¿Sabes colocar la sillita de tu hijo en el coche?
En MyCoyote | Juegos para el coche, ¿cómo entretener a los más pequeños mientras viajamos?
Imágenes | iStock/DragonImages, iStock/alexandr_1958, iStock/Halfpoint