Las malas cifras de siniestralidad de este verano han superado la paciencia de Pere Navarro, director de la DGT. Tras anunciar un aumento en el número de radares y una más que probable reducción del límite de velocidad en las carreteras ordinarias, Navarro ha propuesto una nueva medida: el uso obligatorio de sistemas electrónicos que limiten la velocidad de los vehículos. Según comenta, 400 vidas podrían salvarse al año. Una cifra lo suficientemente importante para que la posibilidad, como poco, sea tomada en cuenta.
Qué ventajas aportan los controladores de velocidad
Ya hemos hablado en My Coyote de que el 90% de los accidentes de tráfico se producen por errores humanos. Buena parte de la tecnología de la que disfrutamos en el vehículo está encaminada a evitar dichos errores. Como muestra, algunos ejemplos:
Manteniendo la velocidad constante. El control de crucero permite mantener el vehículo a una velocidad constante sin necesidad de pisar el acelerador. Con ello conseguimos automatizar la función de acelerar, con la comodidad que ello supone para el conductor. Además, colocamos un límite de velocidad, aunque esté fijado por nosotros.
Mejorando el tráfico. El Control de Crucero Adaptativo (ACC por sus siglas en inglés) toma los mandos de acelerador y freno, y vigila a través de un radar los vehículos que nos preceden. Así, adapta la velocidad de forma suave y progresiva a la situación del tráfico. Con ello se consigue un tráfico más fluido y se evitan acelerones y frenazos que causan atascos fantasma.
Evitando accidentes. El ACC tiene otra función: mantener la distancia de seguridad con la vehículo que nos precede. Esto es especialmente útil es atascos. El simple hecho de acelerar y frenar constantemente nos puede desquiciar y obligarnos a cometer algún error.
Impidiéndonos superar el límite de velocidad. El sistema que Navarro propone para todos los vehículos se llama ISA (Asistente de Velocidad Inteligente), y no es nuevo. Usando sistemas de identificación de imágenes, el vehículo lee e identifica las señales de límite de velocidad y adapta la velocidad del vehículo.
Los asistentes de conducción, la ayuda perfecta
Los detractores de esta medida alegan que los sistemas de identificación de señales están lejos de ser perfectos. No consideran factible usar navegadores o asistentes a la conducción, pues alegan que sus mapas de carreteras no siempre están actualizados.
Sin embargo, asistentes de conducción como los de Coyote sí son debidamente actualizados. No solamente porque recogen en sus bases de datos los diferentes límites de velocidad impuestos en cada tipo de vía, sino porque además reciben las alertas de los usuarios de la comunidad Coyote. Estas alertas a menudo son de incidencias que a su vez implican reducciones temporales del límite de velocidad en determinados tramos.
Con ello, gracias a los dispositivos Coyote conseguimos varias ventajas. Por un lado, sabemos en todo momento el límite de velocidad de la vía por la que circulamos. No todo el mundo tiene claro qué diferencia hay entre una vía de 100 km/h de una de 90 km/h, o cuándo hemos entrado en una vía urbana de 30 km/h ahora que tantos ayuntamientos están apostando por ello.
Por otro lado, los dispositivos Coyote nos alertan de cuando sobrepasamos la velocidad máxima permitida. Despistarnos es un error frecuente en el que caemos de manera. A menudo simplemente nos dejamos llevar por la velocidad del resto del tráfico y no nos damos cuenta de estar superando el límite permitido.
Cada vez queda más claro que, si buscamos priorizar la seguridad al volante, el futuro de la conducción pasa por el uso de tecnología en forma de controladores y asistentes a conducción.
Imágenes | iStock: PhotoBylove, NikolaBarbutov
En My Coyote | Esta tecnología ya existente evita atascos fantasma