¿Sabes lo que es un atasco fantasma? Todos conocemos esos atascos de hora punta generados por el volumen de coches. Pero también sabemos de tapones que surgen “de la nada”. Lo cierto es que no hacen falta muchos coches para colapsar una vía. Basta con conductores que ayuden a crear atascos fantasma. ¿Puede la tecnología solucionarlos?
¿Cómo se genera un atasco fantasma?
La distancia de seguridad es clave para evitar accidentes. También para circular con fluidez. Pero para evitar un atasco fantasma necesitamos preguntarnos cuándo se detendrá el vehículo que nos precede, dónde y cuánto tiempo estará detenido, entre otros factores.
¿Recuerdas el juego del botón y la bolita en el examen psicotécnico? Había que adivinar en qué instante la bola aparecería al otro lado de un rectángulo. Esto es muy parecido, y la mayoría de los conductores no lo hacemos demasiado bien. Cuando el vehículo que nos precede frena de golpe, genera un atasco fantasma.
Es algo complejo porque implica a muchos vehículos. Si un coche se detiene, aunque sea solo porque el de delante ha reducido la velocidad, obliga a los demás a detenerse. Esto genera una estela de vehículos detenidos a la que llamamos atasco fantasma y que William Beaty llama “olas de tráfico”.
Pero si conocemos cuándo, dónde y durante cuánto se detendrá el que va delante, podemos ajustar nuestra velocidad. Los atascos fantasma se disuelven situando nuestro vehículo en el punto medio del vehículo que tenemos delante y el que nos sigue. Lentamente, el conjunto empieza a ganar velocidad y el tapón se va. Pero para saber todo esto necesitamos tecnología.
El control de crucero adaptativo, tecnología de seguridad
No es la primera vez que mencionamos el control de crucero adaptativo (ACC). Esta tecnología orientada a la seguridad en la vía usa radares de corta distancia para saber a qué velocidad va el vehículo de delante, así como la distancia con nosotros. Con estos valores es capaz de ajustar la velocidad propia.
Además de los viajes de larga distancia en que podemos estar más cansados y sufrir distracciones, los atascos son otro de los entornos donde esta tecnología va a aportar una gran diferencia. Arrancar, avanzar unos metros, parar, arrancar, avanzar, parar… Este tipo de ritmo no solo desespera, sino que es ineficiente.
Dentro de una década, cuando el control de crucero adaptativo no sea un extra en la seguridad sino un elemento normal del coche (como hoy los cinturones), las operaciones salida serán más fluidas. Todos los vehículos mantendrán la misma velocidad y conservarán entre ellos las distancias de seguridad.
Cuando un vehículo se incorpore entre dos vehículos, el que está detrás reducirá lentamente la velocidad para conservar de nuevo la distancia de seguridad. Eso, per sé, ya ayuda a que los atascos fantasma no lleguen a generarse porque ninguno de los vehículos frena de golpe poniendo su velocímetro a cero.
Pero, ¿cómo se sale de un atasco fantasma? Según un estudio reciente de Ford, usando ACC es posible romper estos atasco. El vídeo de arriba lo muestra.
Rompiendo el atasco fantasma como un profesional
¿Quieres ayudar a conservar el flujo del tráfico con un par de consejos? Pueden parecer contraintuitivos, pero funcionan:
- Cede el paso en los accesos y salidas de la carretera. Si evitamos que los vehículos se metan en el último instante, no les obligamos a detenerse.
- No cambies de carril a menos que lo necesites. De nuevo, no detendremos al vehículo que lo ocupa.
- Frena con suavidad si el vehículo de delante hace lo propio, intentando no detener el vehículo. Circular a 5-10 km/h durante unos metros ayuda al vehículo que te sigue a no detenerse.
Las herramientas de seguridad como el ACC están a la orden del día. Cada vez más vehículos los incorporan y avanzan hacia la conducción autónoma. Para algo así todavía quedan décadas, pero durante la transición podemos usar dispositivos que nos ayudan con la seguridad, como Coyote.
En MyCoyote | Control de crucero adaptativo, un aliado en seguridad al volante
Imágenes | iStock/XXLPhoto