La pasada primavera la Unión Europea daba luz verde al proyecto de hacer obligatorios varios sistemas de ayuda y asistencia a la conducción, conocidos como ADAS. Entre las tecnologías que se incluirán se encuentran los denominados event data recorders (EDR), más conocidos como cajas negras.
¿Van a ser obligatorias las cajas negras en los vehículos? Todo parece indicar que así será, a tenor de esta normativa comunitaria. La idea de la Unión Europea es reducir el número de siniestros para acercarnos algo más al objetivo de cero muertes en carretera.
¿Cuándo y para qué vehículos serán obligatorias las cajas negras?
Las cajas negras, junto al resto de sistemas de asistencia, serán obligatorios a partir del año 2022. Algunos como la eSIM en 2019 y otros se lanzarán en 2020. Esto afectará a los vehículos nuevos que se vendan a partir de esas fecha.
La presencia de estos sistemas va a cambiar la perspectiva a la hora de cometer una imprudencia. Entre sus funciones estará la de ejercer de delatores o “chivatos” de la infracción. Aunque esto dependerá de una serie de condiciones.
La UE busca “democratizar” el uso de las tecnologías que mejoran la seguridad vial en los vehículos. Hasta el momento estas tienden a engrosar la lista de prestaciones de los vehículos de gama alta, generando una diferencia en seguridad en base a la capacidad económica del conductor.
¿Qué son capaces de registrar estas cajas negras?
Muchos vehículos ya montan una unidad EDR o sucedánea. Los tacógrafos son algo común y extendido dentro del transporte de mercancías, por ejemplo. En el caso de los turismos, varios de los principales fabricantes ya los están añadiendo en sus últimos lanzamientos, pero sin algunas funcionalidades concretas que contempla la UE.
La intención es aplicarlas a la hora de reconstruir un accidente o siniestro y entender sus causas. En este sentido, las cajas negras serán capaces de registrar, entre otros datos, la velocidad del vehículo en los cinco segundos previos a un incidente, la presión del acelerador, la aceleración en metros por segundo o la activación del freno y de los airbags.
Por tanto, la consulta a la caja negra solo se producirá en determinadas situaciones, como las que originan un accidente. ¿El objetivo? Aumentar el grado de concienciación de los conductores con datos.
¿Afectará a la privacidad de la conducción?
El efecto inmediato es que habrá garantías de que ciertos tipos de delitos contra la seguridad vial no queden impunes. La información recogida por las cajas negras podría utilizarse en la actividad probatoria a la hora de depurar responsabilidades. En este sentido se trataría de un instrumento muy en la línea de un radar o las grabaciones de los agentes de la Policía que ha autorizado el Ministerio Fiscal recientemente.
La sensación de vigilancia externa de nuestros actos al volante aumentará algo más, ventajas y desventajas de las nuevas tecnologías de información y el coche conectado. El clásico dilema entre las prestaciones que ofrecen y de cómo afectan a la privacidad está servido, que se inclina hacia la seguridad.
Ya llevamos móviles…
Ocurre un fenómeno similar en cuanto a la información que
los smartphones son capaces de registrar. Así, se puede vislumbrar un futuro en que estos actúen como delatores y sea la propia compañía de telefonía la que se encargue de la gestión de las multas.
Con todo, los conductores responsables no necesitan en la actualidad de una nueva tecnología que haga pagar caros sus despistes o los disuada de cometer infracciones.
Los dispositivos Coyote constituyen una ayuda inestimable y al alcance de cualquier conductor. Su sistema de alertas nos previene en todo momento de un gran número de eventos en carretera con hasta 30 kilómetros de antelación. Esto fomenta la llamada conducción defensiva.
En MyCoyote | ¿En qué piensa la gente que graba sus delitos?
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