Los detectores de radar son objetos tecnológicos que llaman mucho la atención. Instalados en la parte superior del salpicadero, se anuncian como dispositivos capaces de escuchar a los radares. No faltan los modelos que aseguran detectarlos todos. ¿No sería genial poder “ver” los radares antes de toparnos con ellos?
Un invento similar, pero mucho más agresivo, son los inhibidores de radar, que se venden como objetos capaces de evitarnos una multa incluso si conducimos superando los límites de velocidad de modo consciente. Nada más lejos de la realidad, ambos dispositivos son ilegales y rara vez cumplen lo que prometen. Nos arriesgamos a dos multas: por usarlos, y por velocidad excesiva.
¿Por qué la gente busca saber dónde hay radares?
Algunas personas buscan de manera activa detector e inhibidor de radares en distintas tiendas online con el objetivo de poder eludir la vigilancia de tráfico y circular a elevada velocidad sin recibir una multa. En otras palabras: poder manipular las normas de tráfico a voluntad.
Otro conjunto de ellas prefieren buscan estos dispositivos con objeto de tener un aviso previo de la existencia de un radar, pero desde el punto de vista de estar atento a la carretera. A veces conducimos distraídos, y dispositivos similares nos “traen de vuelta” a la carretera, pudiendo ajustar así la velocidad.
Hay tres dispositivos que permiten conocer la presencia de radares: los detectores, los inhibidores y los avisadores. Desde julio de 2014, los dos primeros están prohibidos por la DGT porque su único objetivo es el de conducir por encima del límite de velocidad, convirtiéndose en un peligro. Otras soluciones de características similares, pero orientadas a la seguridad, como Coyote, están permitidas.
Nos jugamos una multa bastante alta y la pérdida de puntos del carné
A menudo los compradores de detectores de radar no se dan cuenta de lo visible que resulta un dispositivo alargado colocado en la luna claramente diferenciable de un navegador o un avisador. Es detectable tanto por las patrullas móviles como por los helicópteros con radares Pegasus, e incluso las fotos de radares.
Con respecto al inhibidor de radares, este resulta invisible al ojo humano pero detectable por el modo en que lanza ondas de radio para interferir con algunos radares. Las fuerzas de seguridad tan solo tienen que ponerse a “escuchar” estas ondas para dar con nosotros, y les llevaremos directamente bajo el capó, donde suelen instalarse.
La multa por usar un detector es de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carné; y por usar un inhibidor la multa asciende a 6.000 euros y a la retirada de 6 puntos. Dado que los avisadores están permitidos, instalar cualquiera de los dispositivos resulta un riesgo innecesario. ¿Para qué jugársela?
También nos jugamos la multa de velocidad
Hay radares que tanto avisadores, detectores e inhibidores pueden observar con cierta facilidad, como los radares fijos que encontramos en la web de la DGT. Estos siempre se encuentran en las mismas posiciones, están localizados y además vienen acompañados de la señal de radar fijo:
Los radares móviles pueden ser anunciados mediante avisadores como Coyote porque son visibles y los usuarios los marcan como existentes; pero esto no ocurre así con los avisadores o los inhibidores. Para que un detector confirme la existencia de un radar móvil tiene que “escuchar” sus ondas, algo realmente complejo con los nuevos modelos de radar.
Más todavía lo es en los radares de tramo, totalmente invisibles a detectores e inhibidores; así como los radares de semáforo, radares de cinturón y teléfono móvil y, por supuesto, radares Pegasus a los que ni siquiera veremos cuando nos multen por velocidad o conducta inapropiada.
https://twitter.com/DGTes/status/913010652586872832
El navegador Coyote es un dispositivo que nos permite llegar a nuestro destino con seguridad por la ruta más corta. Tanto los dispositivos específicos como la aplicación móvil para Android e iOS disponen de 19 avisos diferentes que nos adelantan eventos peligrosos como vehículos en sentido contrario o un accidente en nuestra ruta.
Además, ambas modalidades también advierten de la presencia de radares fijos, móviles, de tramo, radares móviles en movimiento, radares de semáforo, y de móvil y cinturón. No con el objetivo de poder saltarnos las normas (los radares seguirán multando) sino persiguiendo mejorar la seguridad de la vía recordándonos la velocidad máxima, y evitando multas.
En Coyote | Seis razones por las que podemos ser víctimas de los radares
Imágenes | iStock/tommaso79, Steven Depolo (CC BY 2.0)