Como cada año, la DGT ha publicado las estadísticas de 2017 en su revista electrónica y a través de sus cuentas en redes sociales. Estas cifras incluyen los accidentes, las multas, los delitos más frecuentes o la siniestralidad, entre otros, y hablan sobre cómo de responsables somos los españoles al volante.
¿Conducimos bien o mal? ¿Hemos mejorado con los años, en líneas generales? Hemos recogido aquí algunas de las infracciones más frecuentes de 2017, y cómo la DGT pretende reducirlas de cara a 2018. Conducimos mejor que hace unos años, pero tenemos mucho margen de mejora.
Aumento de los fallecimientos en carretera debido a diversas causas
Abrimos con quizá el dato más grave y significativo de todos. En 2017, como en los cuatro años anteriores, el número de fallecidos ha seguido aumentando en nuestras carreteras. Pese a la mala noticia, hay que hacer referencia a un par de puntos importantes.
- Los fallecidos por kilómetros recorridos y por número de desplazamiento nunca habían sido tan bajos, a pesar de la abultada cifra total. Esto significa que cada vez hay más conductores que se comportan de un modo responsable en las carreteras, algo que tiene que ver con la educación.
- Seguimos por debajo de los 1.300 fallecidos registrados en 1960 en las carreteras, cuando solo circulaban unos 500.000 coches. Teniendo en cuenta que ahora lo hacen 32 millones de vehículos, las mejoras en seguridad son notables (aunque insuficientes).
Fallecidos en las carreteras españolas (1960-2017). Se observa un pico hacia 1990. Fuente: DGTDicho esto, todavía queda mucho margen de mejora hasta el objetivo de cero fallecidos en carretera, y por tanto muchas conductas imprudentes que evitar. El grueso de los accidentes son fruto de las distracciones, una velocidad inadecuada (en algunos casos muy por encima del límite de velocidad), el cansancio o el sueño y, especialmente, el uso de alcohol y otras drogas.
En su portal, la DGT ha anunciado en varias ocasiones la proliferación de nuevos radares en vías tanto urbanas como interurbanas y autopistas, debido a que estos actúan como elementos disuasorios de una velocidad elevada; así como de más controles en carreteras de diverso tipo.
Las infracciones más frecuentes en España en 2017
Por fortuna, el grueso de las infracciones no tienen víctimas mortales, aunque buena parte de ellas sí acaban en heridos, y todas tienen como resultado una multa de tráfico, como poco. Hacemos un breve repaso de las más comunes en nuestro país, y de las que probablemente repunten en 2018.
La elevada velocidad, causa frecuente de multas
Una de las causas más probables de accidentes al volante es una elevada velocidad. Cuando conducimos por encima de la velocidad máxima de la vía aumentamos la probabilidad de accidente, por ejemplo, perdiendo el control del vehículo en una curva o no respetando la distancia de seguridad en aproximaciones traseras (los llamados alcances).
Es por ello que en 2018 proliferarán los radares, algunos tan novedosos como los drones que la DGT pretende poner en vuelo. Sin embargo, los que más se instalarán serán los radares clásicos: radares de velocidad, de tramo y de semáforo. Estos son cada vez más asequibles y fáciles de controlar y monitorizar.
La mayoría de los conductores, hablamos de un 75% de ellos, nunca han perdido ningún punto y son conductores responsables, aunque a buena parte le ha llegado una multa por exceso de velocidad. Esto sitúa muchas de las multas en la categoría de los descuidos, como ir pensando en otra cosa, no saber a qué velocidad circulamos o no tener clara la velocidad máxima de la vía.
Gracias a sistemas de navegación como Coyote, el conductor tiene presente en todo momento la velocidad máxima y la velocidad del vehículo. Estas se muestran en pantalla, con lo que podremos ajustarnos mejor sin recibir una multa por andar distraídos.
Además, los dispositivos Coyote nos avisan con una señal sonora o en pantalla cuando vayamos muy rápido, o cuando nos aproximemos a un radar de velocidad, ayudándonos a mejorar nuestra seguridad a la par que evitamos una multa económica.
Vehículos antiguos y en mal estado, un problema de seguridad
El parque de turismos en España tiene una media de 12 años, pero si contamos solo los turismos con víctimas mortales la cifra asciende a 13,2 años. Es decir, que la edad del vehículo es un factor determinante en nuestra seguridad, y revisar el estado del coche debería ser una prioridad.
A lo largo de 2017 muchos de los vehículos detenidos en distintos controles tenían algún tipo de desperfecto incompatible con una conducción segura: ruedas en mal estado de conservación, lunas con roturas, frenos desgastados, retrovisores sujetos con cinta aislante…
Por ello, desde Tráfico han anunciado una campaña anual que consistirá en más controles en los que se nos auditará el estado del vehículo. Conducir un coche en mal estado no solo afecta a nuestra conducción, sino también al resto de usuarios.
El alcohol, causa frecuente de accidentes
La ingesta de alcohol y otras drogas son la causa directa del 23% de los siniestros en nuestro país. Se estima que el 10% de los conductores lo hace en todo momento bajo los efectos del alcohol, y en torno al 5% superan los límites permitidos. Esto se traduce en muchas imprudencias, y en multas.
Es un problema grave que la DGT pretende solucionar con más controles, pero también con más formación y comunicación. Muchos conductores seguimos pensando que una copa de vino en la comida no afecta, o que tras un par de horas estaremos recuperados. La labor, en este caso, es de educación.
La educación quizá sea la palabra clave de cara a 2018 para que los conductores españoles seamos más prudentes en carretera y mejoremos entre todos la seguridad de la vía. Un aumento de la formación de cara a la conducción es clave si buscamos menos accidentes y menos multas en este año y en los siguientes.
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Imágenes | Mark Jefferson Paraan, iStock/demaerre, Shahzin Shajid