El estado de las carreteras es uno de los factores de riesgo que más afectan a la accidentalidad. En España tenemos no pocos kilómetros con puntos negros o grises. Especialmente en vías secundarias, incluidas un gran número de carreteras de montaña, hemos de extremar la precaución al volante.
Si a eso le sumamos factores de riesgo como la velocidad, la peligrosidad de algunos tramos aumenta de forma considerable. De ahí los esfuerzos de la DGT en las carreteras convencionales, regulando el descenso de los límites legales o instalando más radares. Ahora bien, algunos expertos en seguridad vial coinciden en que los radares no siempre van a parar donde más se necesitan.
El Real Automóvil Club de España (RACE) es un ente que dedica parte de su labor a tratar de identificar el estado real de las carreteras en España y concienciar con respecto a la inversión que necesitan.
Según apuntan desde allí, los años de crisis económica han contribuido a acelerar el deterioro de la red ante la ausencia de proyectos de renovación y la correspondiente financiación. Cerramos la presente década con una red secundaria en peores condiciones a cuando la comenzamos.
El programa EuroRAP se encarga de evaluar los riesgos de las carreteras del país, contrastando tramos con datos de siniestralidad. Nos aporta una información muy relevante como, por ejemplo, que tres de cada cuatro accidentes mortales que ocurren en España tienen lugar en las vías interurbanas, sobre todo en carreteras secundarias.
Según los estudios anuales de EuroRAP, aproximadamente el 72% de los tramos ostentan un riesgo bajo o medio-bajo. Sin embargo, existe casi un 15% en los que el riesgo es alto o medio-alto. Esto se traduce en 3.595 kilómetros de riesgo elevado y 1.100 kilómetros de riesgo alto.
Los estudios ofrecen, además, detalles por regiones y tramos en concreto. Entre las conclusiones del último año descubrimos que Aragón es la Comunidad Autónoma con más tramos peligrosos. El 35% de los kilómetros con mayor riesgo los encontramos en su red. Por detrás le siguen Cataluña y Asturias, ambos con un 16%.
El RACE, en el marco de EuroRAP, también ha publicado la clasificación de las carreteras con tramos con más siniestralidad y los puntos kilométricos donde se producen. Este es el TOP 5 de las que podríamos calificar como las carreteras más peligrosas:
En la misma línea, la DGT ha catalogado en años anteriores más de 7.600 puntos negros. Estos son tramos en los que se producen tres o más accidentes al año. Ante este panorama, las autoridades han potenciando una señalización específica y la proliferación de radares.
Por eso conviene no dejar de atender a estos parámetros para conocer el estado de las carreteras por las que circulamos. Aún así, identificar todas las trampas que podemos encontrar en nuestro camino no resulta tan sencillo al no estar identificadas o señalizadas en todo momento.
Dispositivos y servicios como Coyote incorporan un sistema de alertas sobre deterioros del firme, zonas con gran densidad de tráfico, estrecheces en la carretera, cruces peligrosos o tramos con muchas curvas.
Además, la alerta Zona Frecuente de Accidentes nos informará si entramos en una zona catalogada como punto negro. De este modo, podremos conocer con suficiente antelación la información necesaria para conducir con las máximas garantías de seguridad.
En MyCoyote | Puntos ciegos de las carreteras: la importancia de la precaución
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