Lejos quedó aquella imagen de una familia entera viajando en un Seat 600 sin refrigeración en vacaciones. Ahora el aire acondicionado es una herramienta indispensable para viajar en verano. ¿Lo tienes a punto? Damos algunas claves básicas y referimos a los profesionales del taller como ya hicimos con los neumáticos.
Mejorar el confort al volante durante el verano
El aire acondicionado del coche es un sistema que, además de aportar confort como el climatizador (que fija la temperatura deseada) forma parte de la seguridad activa de los vehículos. Resulta evidente que conducir con un calor excesivo puede disminuir la concentración al volante. Algo similar a circular bajo los efectos del alcohol o drogas.
De ahí que resulta recomendable circular a una temperatura próxima a los 21 o 23 grados en el interior del vehículo. Pero es antes de los días de mucho calor cuando necesitamos revisar el aire, no durante.
En caso contrario, si esperamos al último día o no tenemos en cuenta el mantenimiento del vehículo, la vida del circuito de ventilación del habitáculo se verá afectada y las averías a corto plazo serán más frecuentes.
Consejos de mantenimiento que podemos realizar nosotros
En primer lugar podemos comprobar el estado del filtro. Una vez al año o cuando le corresponda por uso y distancia recorrida. En caso de circular con frecuencia por caminos o zonas de mucho polvo, conviene cambiarlo antes.
El filtro no es una pieza cara y resulta fácil de sustituir incluso por nosotros mismos. La mayoría de los coches tienen manuales con los pasos a seguir para sustituir piezas básicas como esta o las luces. Tras esto, podemos limpiar las salidas de ventilación.
¿No sale aire frío suficiente?
Veamos un chequeo sencillo para comprobar fugas en el circuito del aire acondicionado. Evidentemente, con el vehículo detenido.
- Cerramos todas las trampillas del salpicadero menos una de las dos centrales.
- Ponemos el aire acondicionado con climatizador a la mínima temperatura.
- Máximo caudal de aire por la zona superior. Cuidado porque puede ser molesto.
- Esperamos unos minutos y colocamos un termómetro en la salida del aire.
Si marca entre 4 y 7 grados, el climatizador funciona como debería. De no ser así lo más probable es que el sistema esté bajo de carga, y toca ir al taller. Allí buscarán una fuga y, si no la encuentran, usarán un gas colorante para localizarla si la hay.
Arrancar el coche de vez en cuando
El circuito de refrigerante del coche puede averiarse si pasa mucho tiempo sin funcionar. Esto es porque el compresor del circuito puede obstruirse con refrigerante. Además, las juntas de las tuberías pueden perder eficacia y presentar roturas.
Esto significa que, durante el invierno, deberíamos poner el aire acondicionado un par de minutos de tanto en tanto. Si no lo hemos hecho, ya tenemos excusa para ir al taller a hacer una revisión. Como hemos dicho, el confort térmico es una parte muy importante para la seguridad.
Bajar la temperatura de la cabina
Si nos topamos con un coche a una elevada temperatura, no es aconsejable poner el aire a tope en los primeros minutos. Hay otros trucos para bajar la temperatura. Como bajar todas las ventanillas o usar las puertas de un lado del coche para ventilar el aire interior.
Por descontado, si estimamos que nuestro vehículo podría estar muchas horas al Sol en zona abierta, se recomienda buscar lugares con árboles o sombra. Cuidar nuestro sistema de refrigeración es clave a la hora de evitar averías.
El aire acondicionado puede parecer algo secundario, pero cuando conducimos en verano el calor puede jugarnos malas pasadas. Por ejemplo, puede darnos un golpe de calor, somnolencia, cinetosis… Conducir a altas temperaturas tampoco resulta recomendable.
Seguro que todos hemos visto en carreteras largas la ilusión óptica de un espejismo de agua en la línea del horizonte, causado por el calor. Con altas temperaturas, el cerebro busca imágenes refrescantes. El agua suele ayudar.
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Imágenes | iStock/Naked King, iStock/Mihajlo Maricic, iStock/13460889
