El mundo del motor se encuentra en constante evolución. Cada vez en el sector del automóvil hay más preocupación por los gases contaminantes y cómo estos afectan a nuestro medio ambiente. Es por esto que para llevar un control de las emisiones y conseguir una movilidad sostenible, se está contemplando la idea de añadir supercatalizadores a los coches diésel y gasolina. Gracias a este dispositivo podremos controlar si cumplimos o no con los límites de las emisiones.
¿Qué son los supercatalizadores y por qué son necesarios?
Un supercatalizador se configura como un sistema anticontaminación. Los supercalizadores llevan incorporados diversas tecnologías, como pueden ser: filtrado de partículas, reducción catalítica eléctrica y reducción catalítica química. Gracias a estas tecnologías, los supercatalizadores consiguen disminuir las emisiones de motores diésel y gasolina en cualquier tipo de circunstancia.
Además de estas tecnologías, los supercatalizadores también llevan incorporado unos sensores que se encargarán de :
- En un primer lugar, monitorizar las emisiones del automóvil para ajustar en todo momento el rendimiento de cada tecnología encargada de la reducción de emisiones.
- En segundo lugar, registrar esas emisiones que lanza el vehículo para garantizar que son estables y no superan las cifras legales establecidas.
El Consortium for Ultra Low Vehicle Emissions (CLOVE) de la Comisión Europea ha propuesto recientemente el uso de los supercatalizadores para ajustarse a la normativa de emisiones Euro VII que entrará en vigor en el 2025. En ella se establecen unos umbrales de emisiones que no podrían conseguir los vehículos de combustión interna (diésel y gasolina), por ello, los supercatalizadores serían necesarios, porque pueden asegurar que las emisiones de un automóvil diésel o gasolina serían estables y dentro de los baremos legales a lo largo de la vida útil de un vehículo.
Sin embargo, esta noticia no está exenta de polémica, por su parte, la ACEA, patronal de los fabricantes europeos de coches, ha alertado que la obligación de utilizar el sistema anticontaminación que establecen los supercatalizadores supondría hacer inviable la comercialización de algunos automóviles, sobre todo los más pequeños, y encarecería notablemente el precio de los coches, ya que este dispositivo requiere un alto coste y necesita de la implantación de un sistema de a bordo en el vehículo.
¿Cuál es el principal objetivo y ventajas de los supercatalizadores?
Sin lugar a dudas, el principal objetivo y ventaja de los supercatalizadores es llevar un control de absolutamente todas las emisiones del vehículo, ya no únicamente del CO2, sino de las emisiones de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, partículas en suspensión, emisiones de metano, dióxido de nitrógeno y por último, de amoniaco. Todas estas emisiones se controlarán revisando el ciclo RDE y comprobando si pasan los umbrales.
Tanto los motores diésel como los motores de gasolina van a tener que llevar incorporados sistemas de anticontaminación. En el caso de los coches con motor de gasolina, el ultimo sistema que han incorporado han sido los filtros de partículas, sistema que siempre llevaban incorporado los diésel. Por otro lado, los motores diésel cuentan con un sistema anticontaminación mucho más complejo y caro.
Es cierto que los supercatalizadores encarecerían el producto y sería más complicada la venta de ciertos coches, sin embargo, su instalación no significaría el fin del mercado de los vehículos diésel o gasolina.
Tal y como recapitulábamos en el siguiente artículo, la Comisión Europea ha establecido como objetivo acabar con los coches de combustión interna en el 2035. Por tanto, los supercatalizadores pueden solventar el declive de los coches diésel y gasolina.
Desde Coyote aplaudimos el sistema anticontanimación que brindan los supercatalizadores. Estamos 100% a favor de la movilidad sostenible, por ello, recomendamos a nuestros lectores que si están pensando en comprar un vehículo, se aseguren que dicho coche cuenta con estos sistemas de anticontaminación o que adquieran un vehículo eléctrico que garantice cero emisiones.
