Portugal es uno de los destinos turísticos favoritos de los españoles. Semana Santa, el puente de mayo son citas perfectas para una escapada al país vecino. Un patrimonio artístico envidiable, su exquisita gastronomía y las mejores playas de Europa. Todo a precios muy competitivos.
Es recomendable acudir en coche, ya que así podremos disfrutar de sus paisajes y los pueblos de interior, todos ellos en general bien comunicados por carretera. Autopistas y vías secundarias se encuentran en buen estado de conservación, aunque el coche a veces traqueteará sobre el tradicional adoquinado.
Para evitarnos disgustos innecesarios durante nuestras vacaciones, vamos a repasar todo lo que debemos saber de las normas de circulación y los límites de velocidad.
Límites de velocidad y otras prohibiciones
No existe mucha diferencia entre los límites de velocidad portugueses y los límites españoles: 120 km/h para las autopistas y autovías, 100 o 90 para las carreteras secundarias, y 50 dentro de ciudad.
La tasa máxima permitida de alcohol en sangre se sitúa en el 0,05%. Los portugueses tienen una política muy estricta de tolerancia al alcohol en carretera. Esta es una de las medidas que más se han endurecido, pudiendo ser condenado a dos años de cárcel por superar el límite.
En cuanto a la documentación necesaria es obligatorio circular con el permiso de conducir, la ITV pasada, y el coche asegurado. También se recomienda llevar la famosa Carta Verde, que podemos pedir a nuestro seguro.
Tipos de infracciones e importes de las multas
Sí encontramos grandes diferencias en la categorización de las infracciones y en el importe de las multas, superiores a las españolas tras la entrada en vigor del nuevo código de circulación portugués. Por superar el límite de velocidad, podemos encontrar los siguientes importes:
Otros tipos de infracciones que podemos cometer son las siguientes:
La cuestión de los peajes portugueses
El tema de las autopistas de peaje (en portugués, portagem) merece mención especial. Están escasamente señalizadas, por lo que no será raro que nos metamos en una sin darnos cuenta. Además, a menudo carecen de cabinas de pago manual, por lo que podemos encontrarnos en la tesitura de saltarnos algún peaje sin querer. Las autopistas de pago son numerosas en Portugal, los conductores lusos las tienen muy asumidas, y el gobierno ha optado por implantar sistemas automáticos que aligeren el tráfico.
Al planificar nuestro viaje será recomendable repasar también nuestra ruta para ver si nos introducimos en una de estas autopistas, ver qué sistema de peaje utilizan, y escoger la mejor forma de pago. Lo más adecuado para nosotros, turistas que accedemos al país por carretera, es optar por el Easy Toll o la Toll Card, que asocian nuestra matrícula a una tarjeta de crédito o bien a una de prepago. Podemos comprarlas en gasolineras, oficinas de correo, o en las oficinas denominadas Welcome Points.
Notificación y pago de las multas
Existe la falsa creencia de que, cuando te multan en Portugal, la notificación no llega a España. Portugal es uno de los países que aplican la Directiva Europea 2011/82, por la cual los organismos nacionales de tráfico (en nuestro caso, la DGT) se cruzan los datos para identificar a los infractores. Sí llega, sí.
Además, como conductores españoles, cabe la posibilidad de que los agentes de tráfico nos obliguen a abonar el importe de la multa en el acto, o al menos un depósito de la misma. En caso de negarnos, los agentes pueden retirarnos en ese momento el permiso de circulación.
Este “cobro exprés” de las multas no es una medida draconiana del gobierno portugués en contra de los españoles, sino una medida de la aplicación de dicha Directiva Europea. Además, la ANSR ha sido pionera en Europa al implantar el sistema de Pago Automático de Sanciones, conocido popularmente como “telecolecta”, con el que los agentes pueden cobrar las multas de forma inmediata a cualquier ciudadano portugués. Ha sido una medida drástica pero tremendamente efectiva para lograr una espectacular reducción de la siniestralidad.
Asistentes de ayuda a la conducción
A pesar del buen estado de su red viaria, Portugal tiene mucha menos señalización en sus vías si lo comparamos con España. En autovía no tendremos problemas, pero en las carreteras nacionales es fácil que nos desorientemos si no tenemos claro el trayecto.
Otro punto importante es una mayor presencia de radares. El plan de Portugal ha pasado por una mayor vigilancia de las carreteras, con la instalación en los últimos años de 30 nuevos radares y 50 cabinas señalizadas.
Debido a esto se hace más que recomendable la utilización de un asistente de ayuda a la conducción que nos pueda guiar por el camino y además avisarnos de las zonas controladas por radar de manera oficial.
Ya veíamos en nuestra guía para conducir por Francia que dispositivos como los de Coyote son completamente legales al no ser detectores de radares sino asistentes a la conducción. Al cruzar la frontera el dispositivo detectará automáticamente que estamos en Portugal y nos dará avisos sobre los límites de velocidad y la mejor ruta. Descárgate ya la aplicación Coyote y disfruta de 15 días de servicio gratis.
Para terminar, debemos tener en cuenta que la gasolina en Portugal es excepcionalmente cara. Los precios a fecha de redacción de este artículo son de 1,43 € por litro la Super 95, y de 1,26 € por litro la diesel. Es altamente recomendable que llenemos nuestro depósito antes de entrar en el país vecino.
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