Aunque no muy apreciado por los conductores, el radar es un sistema que ha salvado millones de vidas en todo el mundo. Usados por los gobiernos, podríamos pensar que fue diseñado por ellos en algún laboratorio. No es así: fue ingeniado por un piloto de carreras llamado Maurice Gatsonides. Contamos parte de su historia ahora que se cumplen 20 años de su fallecimiento.
Maurice Gatsonides, inventor del radar (de tráfico)
Maurice Gatsonides contó con una vida digna de ser llevada al cine, y de hecho su etapa como inventor del radar fue la menos emocionante. Maus, como era conocido, nació en 1911 en la isla de Java, en las Indias Orientales Holandesas (hoy Indonesia) donde su padre servía como diplomático. Pero pronto volvería a Holanda, donde se educaría y acabaría formándose como piloto comercial para la aerolínea KLM.
En 1936 abandonaría esta profesión para abrir su propio negocio de motores, lo que le permitió entrar en el mundo del automovilismo. Incluso llegó a construir un modelo de automóvil, el Kwik, con chasis de un Mercury V8.
Nada parecía lo suficientemente emocionante para Maus, y este impulso acabaría por meterle de lleno en los rallies. Debutó en 1936 en Montecarlo con un Hillman Minx británico y consiguió su primer éxito en 1939 en el Rally Lieja-Roma-Lieja con un Rely Kestrel.
Gatsonides diseñó coches con tres “ojos”
La Segunda Guerra Mundial paralizó toda competición. En la Holanda ocupada por los nazis no llegaba el suministro de gasolina, por lo que Maus fundó un respetado negocio de generadores de gas de carbón para vehículos (como los gasógenos de la Guerra Civil Española). Sin embargo, se trataba de una tapadera: Maus realmente formaba parte de la resistencia holandesa y se dedicaba a ayudar a escapar a prisioneros de guerra que llegaban a su país.
Tras la guerra, retomaría su carrera como fabricante de automóviles, tomando prestados chasis de Ford y de nuevo motores Mercury V8 (tuvieron mucho éxito). Los llamaría Gatford, y posteriormente Gatso tras las obvias quejas del fabricante norteamericano. Se trataba de vehículos deportivos caracterizados por elementos como un tercer faro central al frente y una apertura tipo canopy, similar a la de los aviones militares. Sin duda eran diferentes a lo que se había visto hasta entonces.
El radar de velocidad, inventado por un amante de la misma
Con su experiencia en rallies, sus capacidades como ingeniero, y sus conocimientos de los circuitos, Maus era un cotizadísimo piloto de carreras. Esto hizo que perdiese el interés en el diseño de coches, y su empresa no duró mucho.
Pero una última cualidad hacía de Maus un ganador nato: su obsesión por medir la velocidad, concretamente en los tramos en curva. Para determinar la velocidad adecuada al tomar las curvas, desarrolló un sistema que utilizaba el efecto doppler con un disparador automático de fotografías. Así, podía saber en la velocidad y la posición del vehículo cuando tomaba la curva. Nacía así en el año 1958 el gatsometer o gatsómetro.
Maurice Gatsonides se retiró de los circuitos a finales de los 60, pero continuó con la comercialización de su invento con su empresa Gatsometer BV (aún hoy en activo). Ahora tenía un nuevo cliente: los cuerpos de policía de media Europa, que usaban su Gatsometer como radar para el control de velocidad en carretera.
Maus reconoció con cierta sorna haber sido él mismo víctima de su propio invento, siendo multado en varias ocasiones por exceso de velocidad. Su hijo Tom aún hoy recuerda los apasionantes hitos en la vida de su padre, y su enorme contribución a la seguridad vial que disfrutamos actualmente.
Hoy nos da rabia despistarnos en carretera y que nos llegue una multa de velocidad. Sin embargo, conocerla en tramos clave es necesario para reducirla y adecuarla a una velocidad segura. Los dispositivos de Coyote te avisan de los radares con antelación para evitar sustos.
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