La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) deja claro, tras análisis minuciosos, que España está suspensa en lo que atañe a crear las bases para impulsar la electromovilidad en el país. Hasta ahora, España se sitúa en los últimos puestos de este ranking europeo y con mucho trabajo por hacer si quiere cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, que es reducir las emisiones de gases contaminantes en un 55 % para 2030 (Fit for 55).
En el barómetro de la electromovilidad, que incluye la penetración de vehículos electrificados en nuestro país y las estaciones públicas de recargas en función de los objetivos de la UE, España tiene una valoración de solo 12 sobre 100, cuando la media actual en Europa es de 25 puntos.
La patronal de fabricantes subraya que España necesitaría duplicar los puntos de recarga pública rápida para los coches eléctricos hasta 45 063 que es la cifra que le marca la UE para finales de 2023.
Con un ritmo de crecimiento tan alejado de otros países europeos, ANFAC resalta como fundamental el crear una red sólida de puntos de recarga rápida y con más potencia. Solo así, se cumplirán los objetivos medioambientales y se impulsará el mercado nacional de los vehículos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos no enchufables. La patronal concreta que se debería multiplicar por cinco el número de los puntos de recarga de alta potencia en el territorio español para 2030, ya que hasta ahora solo hay 698 en toda España. Además, las estaciones de gran potencia aligerarían el tiempo de recarga a 15-27 minutos, lo que fomentaría el uso de este tipo de vehículos en trayectos largos.
Con esta propuesta, ANFAC aconseja que la potencia fuera de 3 kW para los vehículos eléctricos (BEV) y de 2 kW para los vehículos híbridos enchufables (PHEV), en línea con la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y que básicamente duplica los parámetros que marca la Comisión Europea.
ANFAC estima que para 2030, como mínimo, debería haber 300 000 puntos de recarga en España para abastecer un parque de 4,3 millones de vehículos eléctricos. Estos son 22 000 puntos de recarga de coches eléctricos menos de los que propone el Reglamento europeo para aumentar las estaciones de recarga, el AFIR, que cifra en 322 000.
Aunque todos estos objetivos que marca la UE son vinculantes para los Estados miembros, pero si se incumplen, aún no se han previsto sanciones.
La patronal de fabricantes del sector automovilístico entiende que para impulsar este mercado del vehículo eléctrico, que todavía refleja un crecimiento débil y volátil en nuestro país, debe activarse con ayudas directas a la hora de comprar un vehículo alternativo. ANFAC estima fundamental que las ayudas del Plan Moves III y Mitma Moves no sean tributables. Además, considera que se debería simplificar los trámites administrativos que faciliten la creación de puntos de recarga, sobre todo, los de alta potencia. Un dato ilustrativo de estas dificultades administrativas es que en actualmente 6475 puntos de recarga se encuentran fuera de servicio porque no se han podido conectar a la red, están en mal estado o averiadas.
ANFAC invita a la siguiente legislatura a que se pongan en práctica sus propuestas y que se desarrollen con procedimientos homogéneos para todas las Comunidades Autónomas y así acelerar el avance.