Aunque nos parezca una excentricidad de los ingleses, circular por la izquierda no es costumbre de solo unos pocos países. En cuanto viajamos un poco, es muy posible que nos veamos en uno de ellos. Como no queremos renunciar a nuestras rutas en coche, vamos a repasar dónde y cómo debemos circular por la izquierda.
El 34% de la población mundial conduce por la izquierda y un 66% que lo hace por la derecha. Además de en Reino Unido e Irlanda, la inmensa mayoría viven en antiguas colonias británicas (incluida Gibraltar). En total son 51 países en todos los continentes, destacando grandes naciones como Australia, La India o Sudáfrica. En Europa también encontraremos las islas de Chipre y Malta, también con pasado británico.
Todos estos lugares nos recuerdan el tiempo en que la circulación de los coches de caballo se realizaba por la izquierda. Así nos era más fácil blandir nuestra espada o lanza con la derecha y atacar a nuestro rival que nos venía por ese lado. Por el contrario, podría haber sido Napoleón quien impusiese a Francia y sus países aliados en Europa la costumbre de circular por la derecha. Con el paso de los siglos, la mayoría de los países adoptarían la forma francesa, quizás porque era más seguro para los conductores de carruajes.
Conducir por la izquierda nos resultará extraño desde el momento de entrar en el coche. Si no prestamos atención, podemos acabar sentados en el asiento del copiloto preguntándonos dónde rayos han puesto el volante.
Para nuestro descanso mental y aumento de la concentración al volante, la disposición de los pedales en un coche británico es la misma. Podremos usar el pie derecho para el acelerador y el freno, y el izquierdo para el embrague. Pero la sensación de tener todo al revés nos acompañará durante los primeros minutos de conducción. Especialmente si somos diestros, pues tendremos colocar el retrovisor con la izquierda, manejar la palanca de cambios, etc.
Ya en marcha, debemos ser conscientes de que encontraremos el tráfico «al revés». Los vehículos en sentido contrario nos vendrán por la derecha, y las señales de tráfico por la izquierda. Al llegar a una glorieta (o a un cruce), miraremos a la derecha para vigilar los otros vehículos y la tomaremos en el sentido de las agujas del reloj.
Por último, al salir a autovía, tenemos que recordar que el carril lento es el de la izquierda, y que debemos que adelantar por la derecha. Por suerte, a los pocos minutos iremos notándonos más sueltos al volante y perdiendo la sensación de torpeza.
Somos animales de costumbres, y aunque a los pocos minutos de circular por la izquierda deberíamos habernos acostumbrado, hay personas que se les puede hacer especialmente cuesta arriba. Para luchar contra esto, os proponemos algunos trucos o consejos para que la sensación de conducir «al revés» no nos supere.
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