La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética ha sido la primera ley que ha sacado el Gobierno para luchar contra los cambios que están ocurriendo y afectando al medio ambiente de nuestro país.
El principal objetivo que se ha propuesto en el Congreso de los Diputados con esta nueva Ley de Cambio Climático es reducir hasta en un 23% los gases de efecto invernadero hasta el 2023, además de buscar una neutralidad climática.
Esta nueva ley obligará a las ciudades a cambiar radicalmente sus espacios, no solo promoviendo la movilidad sostenible, sino fomentando el uso del transporte público y colectivo. Para el año 2023 se prevé que en todas las ciudades que tengan más de 50.000 habitantes se habilite una zona específica de bajas emisiones donde dispongan de metro y autobuses. Las proyecciones apuntan a que la nueva ley de cambio climático afecte a unos 148 municipios de nuestro país, lo que atañe a alrededor de 24 millones de habitantes, esto es la mitad de la población de España.
Una de las medidas que más controversia ha generado de esta nueva Ley de Cambio Climático ha sido el veto a los coches de combustión.
Según la Ley, a partir del año 2040 en España no se podrá vender turismos que emitan dióxido de carbono. Y para el año 2050 ya no podrán circular coches de combustión en nuestro país.
Todo ello se debe a que a los problemas de contaminación del aire que generan los motores de los coches de combustión, hay que sumarle que los vehículos diésel y gasolina son uno de mayores emisores de dióxido de carbono. Tanto es así, que según los últimos datos sobre los gases de efecto invernadero en España, el transporte es el responsable del 29,1% de todas las emisiones de nuestro país, y el transporte por carretera acumula el 26,9% del total, es decir, mientras que el resto de sectores de nuestro país están intentando reducir las emisiones, el transporte sigue aumentándolas.
Como solución al veto de los coches de combustión, el Gobierno quiere impulsar los vehículos eléctricos, para ello, además de ofrecer ayudas a su compra, en la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética se recoge un aumento en la instalación de los puntos de recarga y la obligatoriedad de la instauración de los mismos en gasolineras que cuenten con un determinado volumen de negocio; además de ello, a partir del 2023 todos los edificios no residenciales que cuenten con más de 20 plazas de aparcamiento, estarán obligados también a disponer de dicha infraestructura.
Además del fin de los coches de combustión y el propósito de impulsar la compra de vehículos eléctricos, la nueva Ley de Cambio Climático establece otras medidas para reducir en un 23% la emisión de los gases de efecto invernadero:
En Coyote aplaudimos esta nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y apoyamos cualquier medida que apueste por la movilidad sostenible y la mejora medioambiental. Y tú: ¿qué opinas sobre esta nueva ley de cambio climático? ¿Crees que ayudará a que cambie algo?
Francisco
Rafael
José López Saura