Así es como se genera un atasco

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coches en un atasco

 

Ocurre a veces que, circulando por una carretera sin nada de tráfico, nos topamos de pronto con un atasco. Al avanzar (en primera) metro a metro, nos llevamos la sorpresa de que no hay accidente. No hay señales de peligro, objetos en el suelo o carriles de menos. ¿Por qué se ha formado, en mitad de la nada, un atasco?

Aunque es evidente que en cuellos de botella, objetos en mitad de la vía o accidentes, el tráfico tiende a congestionarse, en este artículo repasaremos también los embotellamientos por otras causas. Así es como se genera un atasco.

El vehículo de delante frena y…

El grueso de los atascos se deben a una frenada en mitad de la autopista, aunque la causa sea variada (veremos algunas más adelante). Cuando un vehículo frena de golpe en mitad de una vía, obliga al que tiene detrás a hacer lo mismo.

Imaginemos, como dice el vídeo «The Simple Solution to Traffic» (la solución sencilla al tráfico), una autopista de un solo carril con vehículos. Siempre y cuando los coches mantengan la distancia de seguridad y circulen a la misma velocidad, no habrá problema:

coches coordinados sin atasco

Sin embargo, algo ocurre en la vía. Los creadores del vídeo han puesto un gallo pero podría ser cualquier otro elemento. Y entonces un vehículo frena de manera brusca, reduciendo mucho la velocidad.

algo cruza por delante de los coches

Obligando a los conductores a frenar uno detrás de otro para no impactar con el vehículo que le precede.

los coches frenan poco a poco

¿El problema? Que cada conductor reduce su velocidad un poco más que el conductor que le precede, llegando un momento en el que los vehículos están completamente parados. Y hasta que no arranca el que va delante, el resto permanecen en fila. Ya tenemos formado el atasco.

coches parados en atasco

Aunque el problema que ocasionó el atasco se haya marchado mucho tiempo atrás, el atasco sigue ahí. Esto puede verse en un caso de laboratorio en el experimento de Yuki Sugiyama llamado «Traffic Jam without bottleneck» (atasco sin cuello de botella):

 

Distintas causas de formación de un atasco

Los cuellos de botella suelen ser las causas más frecuentes, ya sean estrechamientos de calzada en vías secundarias o final de carril en autopistas. Especialmente si  hay mucho tráfico.

Para entender esto basta con coger un embudo y verter agua sobre él. Con poca agua el embudo quedará vacío, y solo una parte de su orificio inferior estará ocupada de líquido. Pero a medida que echamos más y más agua (más coches en la vía) por arriba, este tubo no solo se llena: el agua empieza a desbordar el tubo y llenar el embudo.

Además, el hecho de que los conductores cambien bruscamente de carril para evitar su final de carril obliga a los vehículos que van detrás a frenar.

causas de un atasco

Los accidentes, por supuesto, también ocasionan atascos. Por un lado, en el sentido de ida hacia el accidente, porque uno o varios de los carriles están ocupados por los accidentados. Estos carriles actúan como el cuello de botella antes mencionado. Por otro, las distracciones que genera un accidente en el carril contrario son problemáticas. No solo pueden causar otro atasco porque algún vehículo reduce la velocidad para mirar. También pueden causar un segundo accidente.

Ser conscientes de este tipo de problemas de la vía nos hace ser mejores conductores al estar más alerta ante ellos y poder adelantarnos a sus efectos. Disponer de un sistema que nos avise de ellos nos hace conducir de manera más moderada y anticiparnos a estos tapones en la carretera que parecen surgir de la nada, además de a otras causas que podemos encontrarnos.

Por ejemplo, una meteorología adversa fomenta la falta de visión, una cortina de agua y un aumento de la distancia de frenado por aquaplanning. Si nuestro navegador nos avisa sobre esto seremos más conscientes de la conducción, y por tanto evitaremos ser nosotros los que hagamos maniobras bruscas. Conducir en condiciones desfavorables hace más frecuente dichos frenazos bruscos del vehículo en cabeza, e incluso fomenta los accidentes. Obligando de nuevo a todos los demás a hacer lo propio.

Los objetos en mitad de la vía generan situaciones parecidas. Si bien es cierto que muchos son evitados simplemente cambiando de carril, es precisamente esto lo que genera el atasco. No es necesario que el cambio sea rápido. Cuando más de un coche cambia de carril, pronto satura el carril al que ha accedido, que acaba por detenerse. Ser avisados de estos objetos en la vía nos hace estar preparados para este tipo de situación.

atasco de noche

Pero la causa más común de todas ni siquiera necesita un objeto en mitad de la vía o un accidente. En realidad, la manera más frecuente de que se forme un atasco es, curiosamente, fruto de un conductor que acelera de más. Este acelerón le lleva a situarse muy próximo al vehículo que le precede, momento en el cual frena de golpe para evitar el choque.

Dado que los vehículos que este coche rápido tiene detrás le siguen, ocurre que estos también tienen que frenar. En ocasiones bajando por debajo de velocidades como 50 km/h, e iniciando un atasco como el que hemos visto más arriba. De ahí la importancia de ser un conductor prudente y de guardar la distancia de seguridad.

El aviso por retención de Coyote nos previene de este tipo de situaciones, dándonos la oportunidad de moderar nuestra velocidad, conducir más alerta e incluso tomar rutas alternativas.

Los atascos están ahí. Y seguirán estando hasta que todos los vehículos sean autónomos. Como conductores, debemos extremar las precauciones, confiar en los conductores de la vía como ellos confían en nosotros y contar con las herramientas adecuadas en carretera a nuestra disposición.

Estar preparado y conocer la existencia de un atasco más adelante nos ayuda a evitarlo, esquivarlo o incluso evitar colaborar en un accidente aún mayor.

Imágenes | iStock/Kichigin, The Simple Solution to Traffic, iStock/alexandrgl1, iStock/chat9780

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