La presión de los neumáticos no es un simple detalle técnico. Influye directamente en tu seguridad, el confort de conducción y la vida útil de los neumáticos.
Un neumático con poca presión aumenta la distancia de frenado, reduce la adherencia sobre asfalto mojado y se desgasta más rápido. Por el contrario, un neumático demasiado inflado pierde estabilidad y confort.
Comprobar la presión con regularidad también es un gesto económico: una pérdida de solo 0,3 bares puede aumentar el consumo de combustible en torno a un 2 %. En definitiva, unos neumáticos bien inflados garantizan una conducción más segura, más eficiente y más sostenible.
Un neumático se considera frío cuando el vehículo no ha circulado durante al menos dos horas, o ha recorrido menos de 3 km a baja velocidad. En esas condiciones, la presión medida es fiable y no está afectada por el calor generado durante la conducción.
Los expertos coinciden: la presión debe comprobarse siempre en frío. Si acabas de conducir, espera un poco o haz la comprobación antes de arrancar.
Durante la conducción, el aire dentro de los neumáticos se calienta y se expande, lo que hace que la presión aumente de forma natural. Por eso, si mides la presión justo después de conducir, la lectura será más alta de lo real.
En este caso, nunca debes “corregir” desinflando, ya que al enfriarse los neumáticos quedarían con presión insuficiente.
Si necesitas ajustar la presión con los neumáticos calientes, añade +0,3 bar al valor recomendado por el fabricante para compensar el efecto de la temperatura.
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Los especialistas recomiendan controlar la presión al menos una vez al mes, y siempre antes de un viaje largo o cuando transportes carga extra.
Comprobar la presión es importante, pero también saber cuándo cambiar los neumáticos para evitar riesgos en carretera.
Controlar la presión de los neumáticos es sobre todo una cuestión de prevención. Y ahí es donde Coyote te acompaña. Nuestra aplicación te ayuda a anticipar los riesgos, alertándote sobre zonas de peligro, límites de velocidad y condiciones del tráfico. Para una medición precisa, lo mejor es comprobar la presión de los neumáticos en frío, antes de salir a conducir. Este sencillo gesto mejora la seguridad, reduce el consumo y alarga la vida de tus neumáticos. Conduce tranquilo, seguro y responsable.
¡Te seguiremos contando más en el blog de Coyote!