¿Sabías que la fatiga y la somnolencia al volante son dos factores que constituyen el 30% de los accidentes mortales en nuestras carreteras? Además de los accidentes con víctimas mortales, conducir con fatiga y somnolencia hará que se reduzca tu capacidad de atención, tengas fallos al realizar algunas maniobras y, por tanto, corras riesgos innecesarios que te pondrán en peligro a ti y al resto de los conductores que circulan por la vía.
La somnolencia afecta a uno de cada tres conductores mientras conducen. Además, hay personas que sufren trastornos del sueño. Por su parte, la fatiga afecta a nuestra capacidad de reacción, hace que nos cueste concentrarnos, realizamos maniobras de forma autómata y percibimos las cosas de manera distinta a la real.
Aunque la fatiga y la somnolencia pueden ocurrir en cualquier momento, sí que existen una serie de factores que favorecen la aparición de estas dos causas que ocasionan tantos problemas y accidentes en las carreteras.
Para evitar la fatiga y somnolencia al volante, es súper importante descansar de forma adecuada. Los médicos recomiendan dormir una media de 8 horas diarias para que nuestro cuerpo y mente reposen adecuadamente.
Muchas veces conducimos por vías en las que no hay curvas ni estímulos que nos hagan prestar la atención necesaria en la carretera. Este tipo de vías favorecen la fatiga y somnolencia al volante, ya que contribuyen a una conducción monótona y autómata. En estos casos, es recomendable iniciar una conversación con tu acompañante o acompañantes, o en el caso de que viajes solo, ponerte música que te motive y te mantenga despierto.
Siempre que realicemos un trayecto largo (más de 2 horas de viaje), debemos de establecer una serie de descansos y paradas de unos 20 -30 minutos de duración. Solo de esta forma conseguiremos evitar la fatiga y somnolencia al volante que aparece cuando conducimos muchas horas sin parar.
Conducir después de comer puede ser algo muy peligroso, y más aún, si la comida ha sido copiosa. Para evitar que la fatiga o la somnolencia al volante aparezca, debes procurar que las comidas sean ligeras. También hay que tener especial cuidado con los tés o la cafeína, ya que su abuso puede llegar a ser contraproducente.
Aunque no está estrictamente relacionado con la fatiga y somnolencia en la conducción, es un factor a tener muy en cuenta. Hay estudios revelan que las horas en las que más sueño tenemos son entre las 3 y las 5 de la mañana y las 2 y las 4 de la tarde, por tanto, siempre que sea posible, se aconseja evitar ese horario para conducir.
A continuación, os dejamos varios consejos que nos pueden ayudar a prevenir la fatiga y somnolencia en la conducción.
Desde Coyote esperamos que este artículo te sirva para ampliar la información sobre cómo la fatiga y somnolencia afectan a la conducción. Además de los consejos anteriores, recuerda no beber alcohol ni consumir sustancias estupefacientes a la hora de conducir, solo así evitarás accidentes y ponerte en riesgo a ti y a los demás conductores.