La pandemia del COVID-19 ha provocado una escasez mundial de semiconductores. El cambio al teletrabajo de numerosas empresas ha supuesto un incremento de la demanda de productos tecnológicos que necesitan semiconductores y cuya producción ya no pueden cubrir.
A su vez, las ventas de vehículos nuevos descendieron durante este periodo, además los fabricantes disminuyeron la producción y el suministro de semiconductores en el sector del automóvil. En la actualidad, el negocio automovilístico está recuperándose, ¡y se enfrenta al desabastecimiento! Pero, ¿qué es un semiconductor?
Poco conocido por el público en general, ¡el semiconductor es un elemento cristalino con propiedades muy particulares. Se trata de una sustancia (normalmente silicio) que es capaz de transmitir electricidad en determinadas circunstancias y sirve de aislante en otras. ¡Esta capacidad del semiconductor lo hace indispensable para muchas tecnologías. Se utiliza especialmente en electrónica para la producción de distintos tipos de componentes.
Como por ejemplo, el semiconductor es capaz de reaccionar a cambios de temperatura. También se utiliza en los ordenadores para que el ventilador se active automáticamente cuando el dispositivo empieza a calentarse. Los semiconductores son además capaces de reaccionar a la luz o a un campo electromagnético.
Si la producción de semiconductores no ha podido seguir el ritmo del aumento de la demanda durante la crisis sanitaria, es sobre todo por dos motivos.
En primer lugar, la producción de semiconductores es un proceso complejo que no está al alcance de cualquier fábrica. Fabricarlos requiere unas instalaciones específicas y de alto coste, así como un conocimiento muy especializado. Por lo tanto, el desabastecimiento de semiconductores no es tanto el resultado de una falta de recursos como suele pasar, sino la falta de personal y de infraestructura capaz de fabricarlos.
Además, la producción de semiconductores está centralizada en Asia (Taiwán y Corea del Sur) y en Estados Unidos (Texas). Sin embargo, estas dos zonas de fabricación han sufrido numerosos imprevistos en 2021.
En Asia, muchas empresas han cerrado a causa de la pandemia y los riesgos sanitarios.
Una de las fábricas más grandes de chips de Japón sufrió un gran incendio en marzo del 2021.
Las plantas de fabricación de conductores consumen grandes cantidades de agua (150 000 toneladas de agua al día en la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, por ejemplo) y Taiwán ha sufrido periodos de gran sequía en 2022, lo que le ha obligado a reducir el ritmo de producción.
Por una ola de frío, Texas tuvo que cerrar todas las fábricas de microchips.
Son muchos los factores que, combinados con un aumento de la demanda, han provocado el desabastecimiento actual. Sin embargo, ¿cuáles son las consecuencias de este desabastecimiento en el sector automovilístico?
Consecuencias en el mercado automovilístico
Según la consultora de análisis de riesgo IHS Markit, alrededor de 5,69 millones de vehículos se han dejado de producir desde inicios del año 2021 debido a la falta de semiconductores. De hecho, hoy en día los coches tienen cada vez más componentes electrónicos y los fabricantes de automóviles se han hecho totalmente dependientes de los semiconductores. En un coche, el GPS, el Bluetooth, los limpiaparabrisas, el velocímetro, los airbags o incluso el sistema de cierre de las puertas necesita semiconductores.