En el momento de su creación, los sistemas de GPS integrados fueron una pequeña revolución en el mundo del automóvil. Luego se convirtieron en herramientas preciosas de navegación para los automovilistas. Pero esta época parece haber pasado: hoy en día, algunos fabricantes ya no desean instalar un sistema integrado en sus vehículos, y muchos conductores ahora privilegian las aplicaciones GPS compatibles con Android Auto o Apple CarPlay. ¡Coyote hace un balance!
No hace tanto tiempo, los GPS integrados modificaban los hábitos de conducción de los automovilistas de manera radical. Se acabó el tiempo dedicado a descifrar mapas de carreteras para llegar a su destino. Ahora solo había que seguir las indicaciones del sistema de navegación integrado para saber qué ruta tomar. De qué simplificar la vida de millones de conductores y conductoras. Pero en el área de la tecnología, la obsolescencia puede llegar muy rápido: nuevas innovaciones aparecen regularmente y los equipos que ayer estaban en la vanguardia pueden volverse obsoletos de un día para otro. Es lo que terminó ocurriendo para los sistemas de GPS integrados. ¿La causa? La llegada al mercado de aplicaciones GPS mucho más eficientes como la app Coyote.
Antes considerados imprescindibles, los sistemas de navegación integrados parecen estar destinados a desaparecer hoy en día. Algunos fabricantes de renombre han anunciado recientemente que sus próximos vehículos no estarán equipados con ellos. Este es el caso del mítico fabricante italiano Ferrari, pero también de Ford. Estos últimos han decidido privilegiar la compatibilidad Apple Car Play y Android Auto con las aplicaciones GPS disponibles en el teléfono inteligente. Renault, por su parte, también ha revisado su hoja de ruta: los GPS integrados instalados en sus coches ahora utilizan… Google Maps.
Varias razones pueden explicar la desinterés de los fabricantes (y los automovilistas) por los sistemas de GPS integrados:
Con la app Coyote, por ejemplo, los conductores son advertidos en tiempo real tan pronto como aparece una zona de control, un peligro o una perturbación en el itinerario, y son informados sobre la velocidad y las regulaciones a respetar.
En otras palabras, se puede decir que los sistemas integrados han perdido la batalla contra las aplicaciones GPS. Mucho más eficientes, fiables e intuitivas, estas últimas han sabido responder a las necesidades actuales de los automovilistas proporcionando actualizaciones en tiempo real y funcionalidades siempre más relevantes.
Queda por ver si el conjunto de fabricantes pondrá fin a la producción de sistemas integrados, o si algunos intentarán desarrollar una herramienta más eficiente. Últimamente, algunos coches eléctricos han sabido devolver interés al sistema integrado al ofrecer una navegación integrada con planificador de carga. ¿Pero será suficiente frente a aplicaciones GPS cada vez más innovadoras? ¡Asunto a seguir en el blog Coyote!