El año pasado, los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) adoptaron una directiva que prohíbe la venta de coches nuevos de combustión a partir de 2035. ¿Qué implicará de manera concreta esta medida en la práctica para los automovilistas? ¿Se podrán hacer cambios de aquí a esa fecha? El blog Coyote analiza el final de los motores de combustión en Europa para 2035.
Hace unos meses, Coyote informó sobre el último giro de la norma Euro 7, que prohibiría la venta de coches nuevos de combustión en Europa; justo cuando el texto iba a ser aprobado definitivamente por el Consejo de la UE, Alemania sorprendió a todos liderando la oposición. Tras un mes de negociaciones, finalmente se llegó a un acuerdo: no se cuestionaba la prohibición de vender coches nuevos de combustión prevista para 2035, pero esta prohibición no se aplicaría a los vehículos que utilicen combustibles sintéticos.
Actualmente, la prohibición establecida por la ley y los acuerdos alcanzados a última hora por los opositores al texto inicial siguen vigentes: de hecho, la medida ha sido adoptada definitivamente por el Consejo de la Unión Europea. A partir de 2035, los fabricantes de automóviles estarán obligados a comercializar únicamente turismos y vehículos industriales ligeros de emisiones cero, es decir, todos los vehículos que no emitan CO2. Esta directiva, que es una medida clave del Plan del Clima adoptado por los 27 Estados miembros, debería permitir a la UE alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.
La prohibición se aplica a todos los coches de gasolina y diésel, así como a los modelos híbridos. Sin embargo, no se aplica a los coches que funcionan con hidrógeno, ni a los coches cuyos motores de combustión interna funcionan con combustibles sintéticos (producidos a partir de una síntesis de carbono e hidrógeno verde, y fabricados con electricidad baja en carbono
para producir metanol). Según la legislación vigente, éstos podrán seguir comercializándose después del 2035.
Como ya se ha dicho, la prohibición se aplica únicamente a la venta de coches de combustión nuevos: los modelos de combustión que ya estén en circulación en esa fecha podrán seguir utilizándose (al menos hasta el 2050), incluso los vendidos en 2034, y los disponibles en el mercado de segunda mano. Sin embargo, para poder circular, tendrán que respetar las restricciones impuestas por la normativa, en particular las establecidas por las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones).
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Aunque aprobada por el Parlamento Europeo, la prohibición de la venta de coches nuevos con motor de combustión en 2035 podría cuestionarse este año en las elecciones europeas de junio. Éste es el claro objetivo de Manfred Weber, actual presidente del Grupo del PPE (Partido Popular Europeo) y líder de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU). Si consigue la mayoría en las elecciones, su partido planea revertir la prohibición de los vehículos de combustión prevista para 2035, mientras que la UE planea revisar su calendario en 2026.
Una idea compartida en Europa por varios partidos de derecha y extrema derecha, favoritos en varios sondeos, especialmente en Francia: el pasado mes de septiembre, Jordan Bardella, presidente de Rassemblement National, declaró que «una prohibición de los vehículos con motor de combustión en Europa de aquí a 2035 conduciría a un desastre».
Hay que señalar, sin embargo, que, aunque ganen los partidos contrarios al fin de los motores de combustión, la última palabra la tendrá el Consejo Europeo, que hasta ahora siempre se ha mostrado favorable a la medida. Además, muchos fabricantes europeos ya han iniciado la transición a los vehículos eléctricos y sería impensable que dieran marcha atrás.