Cada vez más conductores en España instalan una dashcam en su vehículo, esas pequeñas cámaras que graban todo lo que ocurre en la carretera. Son prácticas para protegerse en caso de accidente, impugnar una multa o demostrar la propia inocencia.
Sin embargo, su uso no está completamente libre de normas. Grabar la vía pública o a otras personas sin respetar la ley puede acabar en sanción. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber para usar una dashcam de forma legal e inteligente.
Sí, es legal instalar una dashcam en el coche en España, siempre que se cumplan ciertas condiciones.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) permite su uso cuando es estrictamente personal. Es decir, puedes grabar con fines de seguridad o prevención de incidentes, por ejemplo, para disponer de pruebas en caso de accidente.
Aun así, hay que tener precaución: las imágenes grabadas en la vía pública pueden contener datos personales (matrículas, rostros, etc.), por lo que deben tratarse conforme a la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD).
En la práctica, esto implica que la grabación debe ser proporcional, justificada y limitada a un uso privado.
Las recomendaciones de la AEPD son claras: una dashcam no puede utilizarse para vigilar ni para difundir imágenes de otros usuarios de la vía.
El conductor debe respetar tres principios esenciales:
Publicar vídeos en redes sociales mostrando infracciones o comportamientos peligrosos, sin difuminar rostros o matrículas, puede considerarse una infracción del derecho a la privacidad y acarrear sanciones por parte de la AEPD.
En cambio, si el vídeo se entrega a la policía, a la Guardia Civil o a la aseguradora para reportar un siniestro, su uso se considera legítimo, siempre que no se difunda públicamente.
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Instalar una dashcam no significa poder colocarla en cualquier lugar. El Reglamento General de Circulación establece que cualquier elemento que obstaculice la visibilidad del conductor es motivo de sanción.
Sigue estas recomendaciones para evitar problemas:
Incluso faltas menores, como una cámara mal colocada o que reduzca parcialmente la visibilidad, pueden conllevar multas de 80 €.
Una dashcam puede ser un gran aliado de seguridad si se usa correctamente. Aquí tienes algunas buenas prácticas:
Y recuerda: si viajas al extranjero, infórmate antes, ya que en algunos países, como Portugal o Austria, las dashcams están prohibidas.
Si sufres un accidente o incidente, la dashcam puede servir como prueba adicional. Para que las imágenes sean válidas:
Un vídeo claro, con buena calidad y sin alteraciones puede acelerar la investigación y facilitar la resolución del siniestro, siempre respetando la normativa de privacidad.
Las dashcams son una herramienta de seguridad cada vez más útil, siempre que se usen con sentido común y respeto por la ley.
Cumpliendo las directrices de la AEPD y aplicando buenas prácticas, podrás disfrutar de una conducción más segura y tranquila.
¡Te seguiremos contando más en el blog de Coyote!