Carretera » ¿Cómo evitar el aquaplaning con…

¿Cómo evitar el aquaplaning con tu vehículo?

Conducir sobre una calzada mojada o nevada expone tu vehículo a un riesgo de aquaplaning. ¿Cuáles son las causas de este fenómeno? ¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo? ¿Y qué hacer si te encuentras en esta situación cuando estás al volante? ¡El blog de Coyote te lo cuenta!

¿Por qué mi coche hace aquaplaning?

El aquaplaning (también llamado aquaplaneo o hidroplaneo) es un término que se utiliza para describir el derrape de un vehículo provocado por un exceso de agua en la calzada.

En la práctica, este fenómeno se produce cuando el agua de lluvia o la nieve derretida se acumula en la carretera y el neumático ya no puede evacuarla correctamente. Como consecuencia, se genera una pérdida de adherencia: el conductor pierde momentáneamente el control del vehículo, que parece “flotar” sobre la capa de agua sin que sea posible intervenir, ya que deja de responder a la dirección.

A tener en cuenta: aunque el riesgo sea menor para las motos que para los coches, las dos ruedas también pueden sufrir aquaplaning. Por ello, los motoristas y conductores de scooter deben mantenerse especialmente atentos cuando las condiciones pueden provocar este fenómeno.

Las principales causas del aquaplaning

El aquaplaning puede tener varias causas:

  • Una gran cantidad de agua se ha acumulado en la calzada y no ha sido evacuada correctamente.
  • Conduces demasiado rápido para el estado de la carretera, o aceleras con demasiada fuerza (aunque el aquaplaning también puede producirse circulando a una velocidad moderada).
  • Los neumáticos del vehículo están desgastados o mal mantenidos, por lo que ya no pueden evacuar correctamente el exceso de agua presente en la carretera. (El riesgo de aquaplaning también existe con neumáticos en buen estado y bien mantenidos, aunque es menor).

Con la app Coyote, anticipa las zonas de peligro y conduce con más tranquilidad, incluso en días de lluvia.

Descubrir

Aquaplaning: ¿cómo reducir el riesgo?

Es posible reducir el riesgo de aquaplaning adoptando los gestos adecuados.

Controlar regularmente el estado de los neumáticos del vehículo

Como se ha mencionado anteriormente, unos neumáticos desgastados o mal mantenidos aumentan el riesgo de aquaplaning cuando se conduce. Por eso, es fundamental verificar regularmente tanto el estado como la presión de los neumáticos. Además, conviene recordar que cuanto más profunda sea la estructura del neumático, más eficaz será para evacuar el agua. Este es un aspecto que conviene vigilar de cerca cada vez que revises tus neumáticos.

Adaptar la conducción a las condiciones meteorológicas y al estado de la carretera

La velocidad también tiene un fuerte impacto en el riesgo de aquaplaning, al igual que la forma de frenar. Para limitar el riesgo, reduce la velocidad de tu vehículo y adapta tu conducción al estado de la carretera y a las condiciones climáticas (lluvia, nieve, etc.).

Por otra parte, aunque pueda parecer obvio, no está de más recordarlo: en días de lluvia (o justo después de una tormenta), extrema la precaución ante la posible presencia de charcos en la calzada.

¿Qué hacer en caso de aquaplaning?

Si no has conseguido evitar el aquaplaning y tu vehículo queda fuera de control, debes reaccionar de la siguiente manera:

  • Si es posible, no frenes bruscamente.
  • Reduce suavemente la velocidad bajando de marcha (en condiciones de lluvia o nieve, siempre es preferible utilizar el freno motor).
  • Mantén el volante en la dirección en la que deseas ir, evitando movimientos bruscos.

¡Te seguiremos contando más en el blog de Coyote!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *