Saber cómo circular bien en una rotonda es un paso clave en el temario para obtener el permiso de conducir. A menudo los conductores, tantos los principiantes como los más veteranos, dudan en esta parte. ¿Qué conducta se debe adoptar para abordarla y superarla? ¡Concéntrate en las 5 normas que debes saber para entrar en una rotonda con total tranquilidad!
Se prepara el acercamiento a la rotonda. Recuerda: primero freno, luego reduzco la marcha y mantengo el control del pie en el freno. A unos 3 o 4 metros antes de la rotonda, decido entrar ajustando la velocidad, mientras tanto…
Incorporarse en una rotonda consiste en circular por un vía de sentido único, cuyo sentido antihorario es el opuesto al de las agujas del reloj.
Obviamente, tomar el carril izquierdo de una rotonda no es obligatorio, pero puede facilitar la circulación si te diriges a la izquierda.
Si tienes dudas sobre la dirección final, incorpórate en el carril derecho dentro de la rotonda. De esta manera, te permitirá adaptarte con facilidad, tanto si coges la primera salida como la última.
Para circular bien en una rotonda, es importante controlar mi trayectoria con miradas rápidas. ¿El objetivo? Evitar que otro conductor me corte el paso.
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Derecha, izquierda, punto ciego, sentido giratorio, velocidad… la lista de elementos a tener en cuenta es larga, pero mostrando tus intenciones de manera visible y legible, te aseguras una conducción tranquila. Esto implica el uso del intermitente:
Antes de abandonar la rotonda, siempre señalizo con el intermitente derecho para indicar que estoy a punto de salir.
Todo conductor que acceda a una rotonda debe ceder el paso a todos los vehículos que ya estén circulando por ella. El cumplimiento de esta norma junto a la buena colocación y el uso adecuado del intermitente, te aseguran una circulación fluida y tranquila.
¡No dudes en utilizar un asistente a la conducción para evitar atascos en las rotondas!