Los radares se han convertido en un elemento más de la carretera. Ya queda lejos cuando eran la novedad y se instalaron los primeros. Ahora estamos totalmente acostumbrados a ellos y, de hecho, se podría decir que ya son parte de la vía. Con el paso de los años han ido evolucionando y aumentando la cantidad y tipo de radares que hay en las carreteras españolas. Después de los radares fijos, móviles, de tramo, de semáforo, etc. ahora hay que sumar un nuevo tipo: el radar medusa.
El radar medusa es un dispositivo que mide el ruido que emite un vehículo y sanciona a aquel que sobrepase los márgenes legales. Por lo tanto, la particularidad de este nuevo cinemómetro es que no controla el exceso de velocidad, sino que vigila que nadie haga más ruido del permitido. Los radares medusa son capaces de escanear e identificar todo tipo de sonidos hasta diez veces por segundo. En este caso, las multas por radar vienen cuando se ha superado el umbral de decibelios establecido.
Los radares medusa reciben este nombre por su parecido con el animal. Tiene un núcleo circular de control (que sería la cabeza) y tiene cinco micrófonos orientados al suelo que miden el ruido (que serían las patas). Además, en la cabeza lleva incorporado una cámara de 360 grados para captar las imágenes de su alrededor.
El objetivo que persigue este tipo de cinemómetro es detectar a los conductores que han realizado algún tipo de modificación en su vehículo que implique un ruido excesivo. Por ejemplo, es una práctica muy habitual la de sustituir o modificar el tubo de escape para que el coche o la moto hagan más ruido. Así que los conductores que han transformado de esta forma su vehículo, serán perseguidos por este radar.
Para nosotros, este nuevo tipo de medidor es desconocido y novedoso, pero en Francia se ha convertido en un habitual de la carretera. Los radares medusa están presentes en 14 localidades francesas y sancionan con 135 euros de multa a todos los vehículos con una sonoridad por encima de los 90 decibelios.
Antes de poner en marcha estos radares, las autoridades francesas realizaron un estudio en el que se llegó a la conclusión de que una sola motocicleta con el escape trucado, y que exceda los límites acústicos, puede llegar a despertar a 10.000 personas. Además, para la Organización Mundial de la Salud (OMS) todos los ruidos por encima de los 55 decibelios de día o los 50 por la noche los considera contaminantes.
Por lo tanto, se trata de una medida que busca reducir la contaminación acústica y también proteger la salud de las personas.
La Dirección General de Tráfico (DGT), en su lucha por convertir la carretera en un espacio seguro y cívico para todos los usuarios, ya se ha hecho con este nuevo radar. La C-31 de Barcelona ha sido la elegida para estrenar el radar medusa en nuestro país. De momento, actúa a modo de prueba para saber cómo funciona y no multará. Está previsto que en la Ciudad Condal se instalen otros 11 dispositivos en aquellos lugares donde sea un problema la contaminación acústica derivada del tráfico.
Viendo el éxito que está teniendo en el país vecino y la costumbre de trucar el escape que tienen muchos usuarios, no es de extrañar que también se convierta en un habitual aquí en España.
Recuerda que con Coyote, puedes evitar las multas de radar por exceso de velocidad. Contamos con un avisador de radares legal que te avisa de la presencia en la vía de radares móviles, de tramo, fijos, de semáforo, cinturón y teléfono móvil.
Además, nuestro asistente de conducción también te enviará alertas en tiempo real sobre la situación del tráfico o problemas e incidencias en la vía.