Cuando la gravedad de la infracción se incrementa, también lo hace la cuantía de la sanción económica. Partiendo de que las infracciones pueden ser leves, graves o muy graves, estás últimas se penalizan con una multa de 500 euros además de perder puntos del carnet de conducir. Aquí os mostramos las multas más caras de la DGT. Conviene aclarar que la DGT sí que permite utilizar avisadores de radares como Coyote y prohibe rotundamente los detectores e inhibidores, como os vamos a explicar a continuación.
En el primer puesto de la lista están los talleres que hayan instalado detectores e inhibidores de radares en vehículos. Estos negocios pueden recibir una multa de hasta 30 000 euros. Igualmente, está considerado como una infracción muy grave si el conductor lleva un dispositivo de este tipo en su vehículo. En el caso de que sea un inhibidor de radar, solo su tenencia aunque no se utilice, puede costarle una multa de hasta 6000 euros y una pérdida de 6 puntos. Y si lo que lleva en el vehículo es un detector de radar, la sanción sería de 3000 euros y una retirada de 3 puntos del carnet de conducir. Así que para estos casos, la solución más adecuada para cumplir con la legalidad es usar un avisador de radares a través de nuestro móvil con una aplicación como la de Coyote o utilizando un GPS, ambos nos asistirán en la conducción y nos ahorraran algunos sustos.
En el segundo puesto de la lista, se colocan los supuestos que causan daños en la infraestructura viaria, en el que se incluye el destrozo de cualquier señal de tráfico. Del mismo modo, cuando se provocan alteraciones en la circulación sin la debida autorización acarrean multas de entre 3000 y 20 000 euros como las actividades industriales que dañan las vías y ponen en riesgo la seguridad vial.
En principio, conducir ebrio o bajo los efectos de estupefacientes se coloca en el tercer puesto de esta lista. En el supuesto de que el conductor se niegue a someterse a las pruebas de detección de drogas y alcoholemia, se sanciona con una multa de 1000 euros. Con el mismo importe se sancionaría al piloto que duplique la tasa de alcoholemia en su organismo o al reincidente sancionado por conducir ebrio el año anterior. El límite legal está en 0,25 mg/l en sangre y 0,50 g/l del aire espirado. Aún así, desde una perspectiva punitiva si se dobla ese límite y se alcanza el 1,2 g/l en análisis de sangre o el 0,6 mg/l de aire espirado es mucho más grave, porque se consideraría delito con una pena de prisión de entre 3 y 6 meses, además de la retirada del permiso de conducir entre 1 y 4 años. Por tanto, este podría considerarse el top 1 si el enfoque fuera delictivo.
Cuando se falsea o se oculta la identificación del conductor que cometió la infracción, este acto se considera como una infracción muy grave y puede sancionarse con una multa cuantiosa que oscila entre los 600 y los 1500 euros para el propietario del vehículo.
En quinto lugar, se trata de las multas más habituales, pisar el acelerador por encima de lo permitido. La Ley de Tráfico considera el exceso de velocidad como una infracción grave o muy grave que pone en peligro la seguridad vial y que conlleva una multa máxima de 600 euros y una pérdida de 6 puntos, según muestra la tabla de la DGT. Para no sufrir estos desembolsos, conviene utilizar alguna solución de asistencia a la conducción como Coyote, una aplicación de avisador de radar o en un formato GPS.
Tras acabar de conocer las multas más caras de la DGT, recuerda que la ética vial es fundamental. Cuida tu conducción con precaución, con soluciones tecnológicas legales, haz que tu vida sea una carrera de fondo y no de velocidad.